Algo sobre el pasaporte

Por: Luis Roberto Peralta Hernández

Ha tenido la oportunidad o cuenta con el deseo estimado lector, de viajar, conocer otros lugares o quizás por motivos de trabajo o cambio de residencia salir de nuestro país, ante ello lo primero que viene a nuestra mente es contar con el pasaporte pero, ¿Qué es y cuáles son los requisitos establecidos en México para poder contar con uno?, Y más allá, ¿Cuál es su función o finalidad?

Pues bien para comenzar con éste tema considero interesante abordar un poco al respecto de este documento que es utilizado a nivel mundial y que si bien, cuenta con características homologadas a nivel mundial, cada país de acuerdo con sus legislaciones, considera criterios específicos que los diferencian.

El artículo 11 de la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos sostiene que: «Toda persona tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros requisitos semejantes el ejercicio de este derecho estará subordinado a las facultades de la autoridad judicial, en los casos de responsabilidad criminal o civil, y a las de la autoridad administrativa, por lo que toca a las limitaciones que impongan las leyes sobre emigración, inmigración y salubridad general de la República, o sobre extranjeros perniciosos residentes en el país.» El texto descrito contiene el derecho fundamental denominado “Libertad de Tránsito”.

Para el caso de nuestro país, este derecho fundamental le asiste a cualquier persona que pueda transitar, ingresar, trasladarse o salir de la República sin que la autoridad, situación que sí ocurre en algunos países, debiera de extender algún tipo de permiso que le faculte al particular para que por ejemplo, pueda estar en determinado lugar por tiempo determinado o transitar por alguna carretera o camino, siendo ello a grandes rasgos el concepto de salvoconducto.

La apreciación descrita en el párrafo anterior, es necesaria para poder entrar a descubrir los antecedentes del pasaporte.

Según los historiadores, el primer símil del pasaporte lo encontramos en la Biblia ya que en esta se describe cómo alrededor del año 450 a.C. Nehemías le solicitó al rey Artajerjes I una especie de permiso especial para poder viajar a Judea. El rey accedió a entregárselo por escrito con la finalidad de que durante el trayecto, gracias a este documento, los reyes de los demás reinos por los que transitaba le facilitaran un paso seguro.

Ya en la Edad Media, en los países islámicos del medio oriente, se les extendía un documento a quienes estuvieran al corriente en el pago de sus impuestos para que pudieran trasladarse por distintas regiones. Por la misma época en China las autoridades extendían un documento al peticionario que quisiera viajar por los territorios del imperio Chino siendo registrado en él datos particulares como nombre, edad, región de origen y rasgos característicos del titular siendo similar o lo que al día de hoy conocemos como pasaporte.

La idea de la utilización de algún documento que, por un lado permitiera el acceso a una persona a determinados lugares así como que sirviera como un medio de identificación para ésta, se popularizó en este periodo, sobre todo para aquellas personas que deseaban comercializar productos, fue así como surgió éste documento que adquirió su nombre precisamente del idioma francés ya que durante el reinado de Luis XIV se popularizó este documento en que al titular de él se le otorgaba su “Passport” palabra cuyo origen proviene de los vocablos latinos «pasus» que significa paso o acceso y «portus o porta» que implica puerto o puerta por lo que implicaba la libre entrada por vía marítima o terrestre a un lugar a ciertos lugares.

La falta de uniformidad entre los distintos países sobre todo de Europa y la facilidad de la movilidad de un gran volumen de personas gracias al ferrocarril, hicieron que poco a poco los gobiernos dejaran tanto de solicitarlos como de extenderlos, sin embargo la Primera Guerra Mundial trajo entre otras consecuencias, la necesidad de implementar medidas que permitieran en primer término la identificación personal de un extranjero pero también el limitar el acceso de ellos o bien ubicar a quienes estuvieran en un territorio ajeno, con lo cual nace el pasaporte como actualmente lo conocemos.

Es por ello que al día de hoy, existen aún posturas diametralmente opuestas con respecto a este tema ya que hay quienes aseguran que la obligatoriedad del pasaporte tiene como consecuencia la deshumanización del sujeto en el contexto internacional al etiquetarlo, un medio de control y de discriminación en virtud a que dependiendo del país de origen se cuentan con más o menos “beneficios” con lo que además se contribuye a considerar a este documento junto con el dinero, como los documentos más falsificados en el mundo.

En nuestro país, los primeros pasaportes emitidos vieron la luz cerca del año de 1850 sin embargo eran más parecidos a cartas diplomáticas de identidad. Fue hasta 1950 cuando se popularizaron ya que eran requisito para poder ingresar a los Estados Unidos.

La legislación nacional establece que: El pasaporte es un documento de viaje que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) expide a las personas mexicanas para acreditar su nacionalidad e identidad, así como para solicitar a las autoridades extranjeras que les permitan el libre paso. Existen tres tipos de pasaporte: ordinario, diplomático y oficial.

La expedición del pasaporte en México genera un costo por concepto de pago de derechos, este varía de acuerdo a la duración que se solicite pudiendo ser desde uno hasta diez años de vigencia.

Actualmente se requiere realizar cita de manera previa en la ventanilla digital de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la que se creará una cuenta a partir de un correo electrónico y contraseña, se llenarán los formularios requeridos ya sea para pasaporte nuevo o renovación, se selecciona el día, la hora, duración de vigencia y la oficina a que se acudirá para realizar el trámite, se agenda la cita y se descargan tres archivos digitales. En el primero de ellos es un tríptico de información general y documentos necesarios para llevar el día de la cita, la segunda es la hoja de pago de derechos y el tercero es el de confirmación de la cita y hora.

Nuestro país, cuenta con el Reglamento de Pasaportes y del Documento de Identidad y Viaje que regula todo lo anteriormente descrito así como el procedimiento y requisitos para el caso de que se requiera solicitar pasaporte para los menores de edad.

Los datos biométricos así como los candados de seguridad con los que cuenta en pasaporte Mexicano dotan de certeza jurídica a quienes lo tramitan es por ello que es sumamente importante que, al momento de recibirlo, una vez concluido el procedimiento se revise que los datos del solicitante sean correctos antes de la firma de recepción del mismo.

“La vida es un viaje, viajar es vivir dos veces.”

Omar Khayyam

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