Ramón López Velarde de niño, visto por sus vecinos y hermanos

POR: THELMA MORALES GARCÍA

El viernes 15 de junio de 1888 nace Ramón Modesto, primogénito del matrimonio López Velarde Berumen. A los ocho años empieza a demostrar sus inquietudes literarias y hace sus primeros ensayos con composiciones en la escuela. Pero cuantas historias se entrelazan de quienes lo vieron crecer y lo conocieron desde su nacimiento en Jerez, Zacatecas. Al cumplirse el cincuentenario del fallecimiento de Ramón López Velarde en 1971, la periodista de Excélsior, Guadalupe Appendini, se dio a la tarea de recorrer todos los lugares y rincones donde estuvo el poeta, entrevistando a personas que lo amaron y lo conocieron, dando como resultado fases e imágenes inesperadas de la apasionante figura del autor del poema “La suave patria”.

Comparto algunas de las anécdotas contadas por sus vecinos y hermanos en la etapa de la niñez, donde seguramente se forjó el poeta rodeado de sus amigos, hermanos, así como las calles, plazas y jardines que vieron pasar su infancia. Doña Lupe García viuda de Dena, zacatecana de pura sepa y que al momento de la entrevista tenía noventa años decía: “…muy serio siempre, con los libros abajo del brazo, o leyendo en el jardín chico; me llamaba la atención por formal siendo tan niño.”

Don José Manuel Inguanzo de 88 años quien era toda una institución en zacatecas: “…lo recuerdo muy bien a pesar de que yo tenía cinco años. Sus padres eran muy amigos de los míos, y entonces se usaba en Jerez (Zacatecas) que cuando nacía un niño se presentaba a todos los amigos: don Guadalupe –padre de Ramón– fue a la casa por mi papá y no recuerdo por qué también fui yo a conocer al recién nacido. Estaba en una cama alta, encima de una colcha blanca de holanes, desnudo y moviendo los brazos y las piernas.”

“A Ramón lo recuerdo también muy serio, no se parecía a sus demás hermanos, que eran terribles…, le llamaban <<El cabezón>> (así le decían también a su papá)…” Luego al hablar de el amor de juventud de López Velarde comentó: “…quien se imaginaba que Pepa de los Ríos fuera la famosa Fuensanta. …Se supo de aquel amor secreto hasta que se publicaron los versos de Ramón. Entonces se decía que se había enamorado de ella cuando él tenía ocho años, el día que su tío Salvador Berumen se casó con Chole de los Ríos, hermana de Pepa.”

La mayor cercanía de Ramón fue sin duda con su hermano Jesús, al que le llevaba sólo dos años de diferencia, al entrevistar a Jesús López Velarde este recordó: “Nuestra niñez fue muy feliz: primero en Jerez, más tarde en Aguascalientes (mi familia vivió ahí 13 años). …era como cualquier muchacho: alegre, bromista y tenía muy buenas puntadas.” También habló sobre su primer amor “El amor de Ramón no comenzó en su niñez, como se dice. Fue después, tendría como 14 o 15 años. Cuando íbamos de vacaciones a Jerez, llegábamos a la casa de mi tío Salvador, casado con Soledad, hermana de Pepa. Teníamos tardes literarias, Pepa cantaba y Ramón leía sus poesías. De aquellas vacaciones resultó el amor eterno de Ramón, <<Fuensanta>>… No era bonita Pepa, pero muy agradable, tenía un trato único y era simpática y bondadosa.”

Una vecina de Jerez doña María Pantaleona de ochenta años lo recordaba así: “Sí, claro que conocí a Ramoncito. Sí, pero de muy niño; era agraciado y cuando iba a la escuela, muy serio… Siempre muy formal.”  El que personas que conocieron al niño que más tarde se convertiría en uno de los más grandes poetas mexicanos, nos permite acercarnos a la parte más personal del escritor y formarnos una idea de cómo fue de niño, tal vez con la idea de que fue ahí donde surgió su poesía.

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