POR: THELMA MORALES GARCÍA
Poco sabemos de la infancia de Josefa Ortiz, sin embargo investigadores en estas últimas épocas se han dedicado a buscar en los archivos o en libros sobre cómo fue la vida de esta mujer que estará ligada a nuestra historia mexicana, por atreverse a ser una pieza clave para lograr la independencia de nuestro país.
Rebeca Orozco realizó un libro en dónde describe la vida Josefa a través de una novela histórica “Tres golpes de tacón”, ahí encontramos la infancia de quien llegaría a ser parte fundamental para que se iniciara la independencia: “Josefa no nació en una cuna aristocrática. La niña vivía en una vecindad con cuartos, lavaderos y patios ubicada en la calle de San Felipe de Jesús, entre Puente de San Dimas y Puente de la Aduana Vieja”, en la ciudad de México y no en Guanajuato o Morelia como se afirma en muchas biografías que existen de ella.
Fueron sus padres José Ortiz quien era comerciante de telas de la Plaza Mayor en el centro de la ciudad y su madre Manuela Téllez, quien después de haber traído al mundo a Josefa quedó en muy delicado estado de salud, mismo que empeorará con el tiempo muriendo cuatro años después, por lo que quedará al cuidado de una nana.
Este libro nos habla también del carácter de la niña Josefa: “Era audaz e impulsiva. No medía el peligro. Formulaba preguntas sin parar y realizaba todo tipo de trazos sobre papel y cartón. Solía escapar de la vivienda, al menor descuido de Gregoria –su nana–, para visitar a los vecinos o hacer alguna travesura.” Pero su padre quería que su hija aprendiera a leer y escribir, ya que en esa época eran muy pocas las niñas que tenían ese privilegio, por ello la enviará a la Amiga (casas donde les enseñaban las primeras letras) donde aprenderá el silabario.
Antes de cumplir los ocho años de edad Josefa perderá también a su padre. Quedará a cargo de su hermana mayor María, hija del primer matrimonio de su padre, con ella estará hasta los dieciséis años cuando la internan en el Colegio de las Vizcaínas, en la ciudad de México, gracias al origen vasco de su padre será admitida sin problema.
En este colegio fundado por vascos se impartía una educación avanzada, las clases eran de lectura, escritura y doctrinas, a diferencia de otros conventos donde se preparaba a las mujeres sólo para las labores del hogar. Ahí seguramente se fraguaron sus ideas independentistas, sin olvidar que siempre le indignó la diferencia del trato entre los criollos y españoles, el desprecio y prepotencia que hacían a las castas, a los negros e indios.
Ángeles González Gamio cronista de la ciudad de México, también realizó una amplia investigación sobre la vida de nuestra heroína y en 1810 estaba esperando su decimocuarto hijo y aun así, en avanzado estado de gravidez fue recluida en el convento de Santa Clara en Querétaro, del que fue liberada para dar a luz. Sin que esto disminuyese un ápice su fervor libertario, combinó la crianza de la criatura con la función de informante de los independentistas. Después se le trasladó a la capital del país, manteniéndola incomunicada en la institución religiosa de Santa Teresa la Antigua, en donde permaneció varios años, hasta que su salud se vio severamente menguada, siendo trasladada al convento de Santa Catalina de Siena.
Finalmente fue liberada ya convertida en una heroína, papel que nunca aceptó, pues veía como deber de cualquier ciudadano que amaba su país luchar por su liberación. En su casa de la calle del Indio Triste organizó reuniones con las logias masónicas, donde se agrupaban las mentes liberales de la época. Así fue toda su vida, una lucha constante por defender sus convicciones, siempre basadas en el interés y amor por su país, sin importarle los riesgos o el precio que tuviera que pagar, como lo mostró al enfrentar los encierros y el poder imperial y presidencial.
El 2 de marzo de 1829, fallece en la ciudad de México Doña Josefa Ortiz de Domínguez víctima de pleuresía. Por su influencia en el desarrollo de los hechos previos al inicio de la Guerra de Independencia y sobre todo por ser el personaje fundamental que propició el inicio de esta gesta, se le ha llegado a considerar como Madre de la Patria.
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