
POR: THELMA MORALES GARCÍA
Salvador Flores Rivera mejor conocido como Chava Flores, es considerado en México como el cronista musical de nuestro país, porque supo describir la vida de personajes con los que se identifican aún hoy en día muchos mexicanos, no en forma de crítica creo yo, sino como una forma de plasmar en sus canciones a esa sociedad que ni es muy pobre, ni rica, es la clase media que trata siempre o está en busca de una vida mejor.
Chava Flores nació en la ciudad de México en el barrio de la Merced un 14 de enero de 1920, habitó en muchas de las vecindades que rodeaban el Centro Histórico del Distrito Federal, y a decir de él en sus memorias, comentaba que siempre su padre y toda la familia constantemente cambiaban su domicilio y aseguraba que si en el Castillo de Chapultepec se hubiera rentado un cuarto, sin duda su padre lo habría conseguido.
Su niñez lo marcó y su convivencia con personajes del barrio y de la vecindad quedarían en su memoria, para después hacerlos personajes principales de sus canciones; como olvidar El Retrato de Manuela, quien era la sirvienta de doña Julia la esposa del general, ambos personajes son mencionados en otra canción titulada La tertulia, otras canciones conocidas están Cerró sus ojitos Cleto, La Boda de vecindad, Sábado Distrito Federal, El gato viudo, A que le tiras cuando sueñas mexicano, entre otras.
Recuerdo que en una de sus canciones menciona a la ciudad de Toluca, cuando se refiere a los novios que se van de viaje de boda a esta ciudad; a la que conoció muy bien y por cierto muy pocos saben que cuando en 1972, se organizó un concurso para que se le hiciera una canción al estado de México, Chava Flores participó, pero no quedó en ningún lugar, por lo que años después cambiaría la letra para dedicarle una canción a México, nuestro país.
Tuvo ocho hijos, seis hijas del primer matrimonio con la señora María Luisa Durand y dos varones de la señora Rosalía. Es precisamente una de sus hijas, Eugenia la que se ha dedicado a difundir la obra de su padre a través de una empresa que el propio Chava fundaría en vida y se llama Ageleste, término conformado con la primer letra de los nombres de cada uno de sus hijos. Eugenia vive desde hace poco más de 50 años en el municipio de Naucalpan, donde su padre cantó los últimos años de su vida, este lugar era El sapo cancionero, propiedad de don Jorge Cejudo en aquellos tiempos.
Este extraordinario compositor falleció un 5 de agosto de 1987 en la ciudad de México. De su discografía que es muy amplia, quiero recomendarles “Chava Flores en concierto”, grabado en 1980, porque antes de interpretar cada canción, hace una reflexión o un recuerdo de su propia vida y se siente tan cercano como si fuera un miembro de nuestra familia. Aunque parece que todo el tiempo está bromeando en el momento de cantar la canción “Mi México de ayer”, se le quiebra la voz al recordar su infancia y ese México que dice casi poéticamente “Hoy mi México es bello como nunca lo fue, pero cuando era niño tenía mi México un no sé qué.”
Quiero finalizar con una frase que Chava Flores siempre repetía como una forma de reírse de la vida: Si volviera a nacer, me gustaría ser el mismo, nada más que rico, para ver qué se siente.
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