
| 19 DE MARZO DE 2024 | Indicador de felicidad en el mundo |
POR: VÍCTOR MANUEL REYES FERRIZ
Hemos escuchado una infinidad de ocasiones que todos los países cuentan con indicadores de diversas índoles con la finalidad de poder medir ciertos aspectos y con ello generar las políticas públicas necesarias para enfrentar de mejor manera los retos y con base en esto, aplicando una frase de Peter Ferdinand Drucker, uno de los consultores de negocios más reconocidos y sobre todo a quien se le atribuye la creación del management como una disciplina bien constituida, y él decía que, “Lo que no se puede medir no se puede controlar; lo que no se puede controlar no se puede gestionar; lo que no se puede gestionar no se puede mejorar.” Y con mucha razón, tanta, que gracias a esas mediciones podemos contar con estándares de calidad, límites mínimos para medir la pobreza, la producción de una empresa o país e incluso de hace un tiempo, la felicidad de la sociedad.
El día de mañana se “celebra” el “Día Internacional de la Felicidad”, el cual, fue declarado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas mediante la resolución A/RES/66/281 de fecha 12 de julio de 2012, donde instituyen el 20 de marzo de cada año para que gobiernos, instituciones privadas, organizaciones no gubernamentales y sociedad en general, festejemos esta fecha con actividades educativas y de concienciación a efecto de que se reduzca la pobreza, que exista un crecimiento económico más inclusivo, promueva el desarrollo sostenible y se busque el bienestar de los pueblos.
Ante esta festividad me surgen algunos cuestionamientos y el primero de ellos es ¿Se debe celebrar un día por la felicidad? y me refiero específicamente al verbo, porque si existe un derecho completamente subjetivo es ese, el de ser feliz, ya que para cada uno de nosotros el parámetro es completamente diferente y si bien es cierto que podemos hablar de condiciones mínimas para ser felices, también lo es el hecho de que para alguien esos parámetros pueden estar completamente alejados de lo que para él o ella significaría la felicidad y por otro lado el hecho de celebrar significa en esencia que de manera regular no se tiene y en algún punto se logró por lo tanto “celebrar la felicidad” me parece un absurdo cuando todos, desde ciudadanos hasta autoridades debemos perseguirla y conseguirla de manera diaria más no esperar una fecha para sacar bombos y platillos y por arte de magia o por decreto de la ONU la felicidad llegó.
Un segundo cuestionamiento sobre instaurar este día como parte de una celebración que busque “reducir la pobreza, generar crecimiento económico y promover el desarrollo sostenible” se me hace inaudito porque ser feliz no va a resolver la pobreza ni equilibrará las economías mundiales ni mucho menos la distribución de riqueza, me parece que existen “celebraciones” que se inventan sin un verdadero sustento y que al final del día lo único que hacen es generar un gasto (sin importar si es poco o mucho) que no va a resolver nada y por el contrario, que si puede ser aplicado en otras áreas y para muestra basta un botón, aquí lo veremos.
Según información del Fondo Monetario Internacional (IMF por sus siglas en inglés) desde hace más de 50 años y gracias a lo externado por el entonces senador Robert F. Kennedy cuando criticó que el indicador del PIB medía todo excepto lo realmente importante (la felicidad), se comenzó a trabajar en poder medirla y tras muchos años se ha ido perfeccionando la manera de hacerlo hasta que en 2012 se publicó el primer informe gracias a la colaboración del Earth Institute de la Universidad de Columbia, el CIFAR (Canadian Institute for Advanced Research) y el CEP (Center for Economic Performance), en el cual, basándose en el sistema inventado por el investigador y psicólogo estadounidense Hadley Cantril a mediados de los 60’s al que denominó “Cantril Self Anchoring Striving Scale” o “Cantril Ladder” pudieron hacer un primer ejercicio comparativo y ubicaron que los países más felices del mundo eran Dinamarca, Finlandia y Noruega para que su contraparte, es decir los países menos felices fueron la República Centroafricana, Benin y Togo; ahora bien, el estudio abarcó 156 países y México se posicionó en el lugar 24 de los evaluados, superando a naciones como Brasil, Alemania, Grecia, Chile, Japón, Portugal o Nepal, que me sorprende de sobremanera que este último país que cuenta con una población en su mayoría dedicada a los temas espirituales y la sanación de las almas pueda estar tan poco “feliz”, por ello reitero que este tipo de indicadores no pueden llevarnos a nada concreto.
Por su parte, en mayo del año pasado en la Gaceta de la UNAM fue publicado un artículo del literato y periodista Roberto Gutiérrez Alcalá intitulado “La felicidad: ¿cómo se mide y se alcanza?”, en el cual, se acercó y entrevistó a los investigadores de la máxima casa de estudios Boris Marañón Pimentel e Hilda Caballero Aguilar para conocer su punto de vista y en el que la primera conclusión es que la felicidad “No es un concepto universal, ya que depende de la cultura, la historia, las relaciones sociales y, sobre todo, la escala de valores de cada lugar” por lo que, atendiendo dicho comentario, no puede tomarse tan en serio un estudio que, para el caso del WHR 2023 (World Happiness Report) nos diga que ahora son Finlandia, Dinamarca e Islandia los países más felices del mundo ya que se está haciendo una evaluación partiendo de un concepto altamente subjetivo, darle un peso real a este documento es exactamente lo mismo cómo hacer una encuesta y preguntarle a la gente si es mejor artista Munch, Picasso, Dalí, Siqueiros, Botero, Caravaggio o Van Gogh, siendo personajes de diferentes épocas, estilos y características o bien preguntar por géneros musicales a personas de diferentes edades.
Tal vez la pregunta que me consterna un poco más es ¿A qué población se le preguntó, cómo fue desarrollada la encuesta, qué aspectos de la vida se consideran? En fin, me refiero a que es bastante complejo hacer este tipo de análisis empero, es aún más difícil para los encuestados poder proporcionar una respuesta que satisfaga los requerimientos de la encuesta porque a valores subjetivos la respuesta puede llegar a ser tendenciosa, sesgada o completamente falsa ya que si a algunas personas las interceptaron en un momento donde tenían prisa por llegar a un cierto lugar y con tal de quitárselos de encima comienza a responder, lo más seguro es que todo sea negativo por su condición momentánea o viceversa, si entrevistan a alguien que viene de conseguir un empleo y lo topan en la calle pues su euforia positiva influirá de manera obvia en sus respuestas.
Finalmente, después de darle una buena leída a este reporte, documento, estudio o el calificativo que se le quiera poner, me resulta bastante interesante el hecho de que en uno de los apartados, utilizan el tema económico para la medición pero queriendo hacerlo ver como un factor no importante y hasta graban un video donde entrevistan a la gente, bueno pues me parece que desafortunadamente en este mundo lo único que nos puede generar, no felicidad, sino una tranquilidad no tan efímera como lo puede llegar a ser la felicidad es precisamente el dinero, porque aunque queramos escucharnos bastante románticos con frases como “lo mejor de la vida es gratis”, la contraparte es tener un techo donde cubrirse, alimentar a tus hijos, contar con un cobertor para cubrirte del frío, acudir a la escuela, todos estos conceptos nos llevarán tarde o temprano a un gasto pero no forzosamente a la felicidad y para contrastar este reporte sólo basta ver la tasa de suicidios en el mundo, donde Finlandia ocupa el 33vo lugar a nivel mundial cuando supuestamente debería ocupar el último por ser el más feliz, el cual, es ocupado por Barbados con 0,42 suicidios cada 100,000 habitantes.
DATO CULTURAL.
Un día como hoy en en 1522 en Toluca, México, un grupo de misioneros enviados desde España con la misión de evangelizar a la población, fundan formalmente la ciudad que hoy lleva por nombre Toluca de Lerdo. El origen del nombre proviene de la palabra Náhuatl “Tolocan” que significa “En donde está el Dios Tolo”; en 1985 fallecía en Denver, Estados Unidos, el abogado, académico, ensayista, escritor, historiador, pensador y político mexicano Jesús Reyes Heroles, quien entre sus muchos logros tiene el haber sido el artífice de lo que hoy conocemos como Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales, sin la cual, sería imposible vislumbrar un país democrático; en 1999 fallecía en la CDMX, México, el escritor, literato, poeta y político Jaime Sabines Gutiérrez, quien es considerado como “el poeta más leído y admirado de las últimas décadas del siglo XX”. Su obra se basa generalmente en la poesía amorosa, de soledad y humanista y sus mayores títulos son “Tarumba” (1956) y “Algo sobre la muerte del mayor Sabines” (1973).
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