El nido vacío

POR: LIGIA PÉREZ GARCÍA

La celebración más importante en este mes de mayo, es el día de las madres, por lo que busque escribir sobre una pérdida que por ley de vida, vivirán o están viviendo todas las mamas: el nido vacío, cuando los hijos se van de casa.

Se entiende como nido vacío al sentimiento de dolor y soledad que experimentan la mayoría de los padres cuando los hijos de van de casa, ya sea por que se van a estudiar a otro lado, o se casan o simplemente se independizan. Cambia todo, las rutinas, la dinámica familiar y con esto vendrán algunos cambios emocionales y se experimentará la pérdida del rol de paternidad activa.

En los años 70´s y 80´s, la maternidad era el único proyecto de vida de una mujer, lo cual implicaba que casi todas las mamás renunciaban a cualquier otro rol que tuvieran, se dedicaban al 100%, en cuerpo y alma a sus hijos, el problema llegaba, cuando los hijos partían y no tenían otra actividad o pasatiempo en que enfocarse, así que su vida se quedaba completamente vacía y cuando desaparecía ese proyecto de vida, quedaba la pregunta, ¿quién soy ahora?. En la actualidad, la mujer cumple con muchos roles y al independizarse los hijos, cuentan con varios proyectos propios que ha ido construyendo, es mujer, esposa, hija, amiga, profesionista, emprendedora, deportista, lo cual ayuda que este sentimiento de pérdida no sea tan fuerte.

Es necesario mencionar que el síndrome de nido vacío, no es un diagnóstico clínico, no se encuentra en los manuales de trastornos mentales como el CIE10 o el DSM-V, es un proceso adaptativo, una reacción común que se representa con síntomas como, tristeza, ansiedad, sensación de soledad, desesperación, pérdida del sentido de vida, alteración del sueño y alimentación, puedes sentir todos o solo uno, puede durar meses o solo semanas o tal vez días, y aunque se ha mencionado en otras publicaciones, es importante destacar, que lo ideal no es cuantificar el tiempo, por que cada individuo es diferente e influyen muchos factores, como la intensidad del vínculo, el tipo de relación, las redes de apoyo, recursos internos y externos que puedan ayudar a salir del sentimiento de vacío.

Es un duelo ambiguo y poco reconocido, debido a que muchas mamás experimentan ambigüedad de emociones, tristeza por que se van y a la vez felicidad de que sus hijos están cumpliendo sus metas, también algunas sienten alivio o descanso al irse los hijos, por que puede concentrarse más en sus otras actividades o retomar proyectos abandonados y esto también puede causarles culpa, es necesario que sepan que está bien sentirse así, es normal y que no tiene nada que ver con el amor que se le tiene a los hijos.

No hay nada que predisponga genéticamente a un individuo para experimentar más o menos el nido vacío, sin embargo, culturalmente si. Las familias latinoamericanas son muy unidas, las madres son sobreprotectoras, mamás gallinas, que tienen a sus pollitos debajo del ala y se considera que tiene la función de mantener unida a la familia, así que cuando un hijo se va, se vive como un completo drama, un abandono por parte del hijo. En cambio, las familias europeas y anglosajonas son más independientes y cuando el hijo se independiza y se va de casa, se considera un momento de celebración y éxito.

Es un momento donde la relación con los hijos se transforma, se vivirá una paternidad pasiva, de amor, ayuda y contención, donde los hijos podrán sus límites y los padres tendrán que aprender a respetarlos, la relación evoluciona y se replantea, con la apertura del diálogo y fomentando un nuevo tipo de relación con ellos, es importante que sepan que la casa de sus padres siempre será puerto seguro si lo necesitan.

La relación de pareja se vuelve una oportunidad de reinventarse, de reencuentro, realizar actividades juntos, viajar, construir o cumplir proyectos que no habían sido posibles, ya que eso ayudará a que se sientan mejor y que encuentren otro sentido ahora que los hijos no están. Me gustaría hacer hincapié en algo que no deben pasar por alto, que antes de ser padres, fueron pareja y aunque los hijos son demandantes, no deben permitirse relegar su relación de pareja, ni mandarla a segundo plano, cuidar esa área, buscar momentos solos, platicar, salir y buscar no perder esa buena relación que en un principio los unió y que les ayudará a cimentar el futuro de cuando los hijos se van.

Quiero aclarar, que el síndrome del nido vacío era algo que vivían mucho más las mamás, debido a que eran las que modificaban por completo su vida por la llegada de los hijos y, los papás no cambiaban mucho su rutina, pero, como lo mencioné en la definición, es un sentimiento que pueden experimentar ambos padres, y en la actualidad, los papás son corresponsables en la crianza, educación y formación de los hijos, así que no debe haber duda en que también pueden vivir el síndrome del nido vacío.

Por último, los padres deben estar conscientes que una de sus funciones es educar para que los hijos se vuelvan adultos responsables, dándoles las herramientas necesarias para que sean autosuficientes y puedan independizarse, el verdadero problema no es que los hijos se vayan, es que no lo hagan porque además de romper el ciclo normal de la vida, creas adultos dependientes que no serán capaces de madurar, afrontar la vida y cumplir su proyecto de vida.

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