Por: Susana Dumit Garciarreal
Seguramente a muchas de ustedes les dijeron la famosísima frase: “Cuando tengas hijos me entenderás” … y es verdad.
No le quiero dar un sentido de chantaje, victimización o drama, todo lo contrario, ahora que ejerzo mi maternidad entiendo tanto a mi mamá. Valoro aún más todo lo que hizo y sigue haciendo por nosotros sus hijos y ahora con sus nietos.
En esta etapa de mi vida entiendo que mi mamá es más que eso, también es mujer, amiga, esposa, pero además mami, yo veo diferente a mi mamá que como la ven mis hermanos a pesar de haber crecido juntos, con la misma educación y ser tan cercanos. Y lo mismo pasa con cada miembro de la familia.
Y es que a veces, cómo no estar cansadas si al mismo tiempo nuestros hijos están en una crisis de crecimiento y de constante aprendizaje. Es algo que también me permito ver, cuando éramos niños y mi mamá se veía cansada, enojada o con poca paciencia.
El amor de las “abis” “abus” “abuelitas” “abuelas” es maravilloso, para mi es una bendición porque queramos o no son recuerdos que quedarán en nuestros hijos, enseñanzas, travesuras, complicidad, hasta los recuerdos no tan agradables, independientemente si es abuela por parte de mamá o de papá, cada familia funciona diferente y está bien.
En este artículo quiero invitarlas o invitarlos a que pasen más tiempo con sus mamás, que las tratemos con paciencia y amor, porque en ellas hay mucho por aprender y agradecer. Díganles: “te veo”, así como en la película de Avatar, es pequeña esta frase, pero tan poderosa, porque las estamos reconociendo, estamos conectando con ellas con todo ese amor y las estamos honrando.
“Recuerda que algunas veces los milagros, son personas”
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