
POR: THELMA MORALES GARCÍA
Hablar de Jorge Luis Borges es entrar a un mundo universal, considerado uno de los grandes escritores en lengua hispana, sus obras se han traducido a varios idiomas y es recordado por muchos interesados en la literatura.
Es el caso de Francisco Javier Estrada, quien por varios meses escribió una columna semanal “Borges en el diván” en un periódico local “Nuestro Mundo”, podría uno pensar que el columnista emula al psicoanalista que tiene como figura central a Borges, y considero que así es, pues desmenuza en cada texto parte de sus vivencias, gustos literarios y amores.
Este libro que recientemente se publicó por la editorial Casas del Poeta A.C. es una compilación de una parte de esos artículos publicados, un total de 49, lo que nos muestra a un especialista en la obra de Jorge Luis Borges.
Inicia con El memorioso, pues Borges no sólo convirtió a la memoria en tema central de su obra, sino que además advirtió, que la memoria excesiva interfiere en el pensar, pues se dio cuenta, que para pensar, es necesario abstraer, es decir, olvidar los detalles. Recordemos que en su cuento “Funes el memorioso”, el protagonista no podía pensar. Para Borges la memoria era algo abrumador, y la memoria de Funes era una metáfora del insomnio; si el sueño opera como depurador de recuerdos, al no dormir estos no pueden eliminarse.
Destacan los artículos: “En recuerdo del padre”, donde se destaca la gran admiración de Borges hacia su padre; desde su nacimiento en agosto 24 de 1899 en Buenos Aires. Argentina, Jorge Luis Borges parecía estar predestinado a convertirse en un gran escritor, pues sus padres amaban la literatura; su padre Jorge Guillermo quien era abogado, componía en sus ratos libres poemas, escribía cuentos y ensayos. De su abuela materna, Fanny Haslam de origen inglés, tuvo la influencia de aprender ese idioma por lo que fue bilingüe desde muy corta edad.
En “El sabio Alfonso Reyes” destaca que mejor un argentino muestra una gran admiración por Alfonso Reyes, que los propios compatriotas: “Jorge Luis Borges en vida estuvo defendiendo al amigo y maestro, recordando que nuestro “mexicano universal” era uno de los más grandes escritores de la lengua hispana.”
En “James Joyce en Padua”, habla de destinos paralelos entre Joyce y Borges y de sus dos obras cumbres El Ulises y El Aleph; “En los dos casos el microcosmos de la vida, y el macrocosmos de la existencia humana están expresados. En el cuento de Borges vemos la vida a través de la poderosa síntesis de un rayo láser. En el caso de Joyce lo vemos difuminado, extenso como la luz normal de un foco que alumbra una sala de estar.”
En “Los años de 1933-1934”, a pesar de haber vivido varios años fuera de su país natal, siempre sintió gran orgullo de ser argentino y lo demuestra en el primer libro de poesía que publica y al que titula «Fervor de Buenos Aires», Borges decía: “siempre he sentido que hay algo en Buenos Aires que me gusta. Me gusta tanto que no me gusta que le guste a otras personas. Es un amor así, celoso.” Incluso aseguraba que los momentos más felices de su vida habían sido su primer regreso a Argentina y los momentos en los que escribía.
La portada del libro nos muestra a un Borges meditativo con un bolígrafo en su mano, el autor es el pintor toluqueño Manuel Barranco. “Borges… Libro Uno”, es el primero de cinco tomos, que sin duda enriquecerán la biblioteca de muchos que admiramos la obra de Jorge Luis Borges.
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