Por: Susana Dumit Garciarreal
Estamos tan inmersos en nuestra rutina que pocas veces nos detenemos a voltear a ver lo importante, vivimos con tanta prisa que desde la mañana ya estamos apurados y estresados.
Hoy platicando con una de mis amigas, coincidimos en varias experiencias con nuestros niños y de cómo nos sentimos, de cierta forma es un desahogo, pero por otra parte me quedo reflexionando sobre muchos temas que estamos viviendo en nuestro día a día, y cada etapa ha sido una gran lección.
Sin embargo, a pesar de saber que como mamás estamos trabajando en nosotras para poder darles tiempo de calidad, una crianza amorosa, enseñar con el ejemplo, etc, llegan estos pensamientos rumiantes ¿lo estaré haciendo bien? ¿soy muy exigente con mis hijos? ¿me verán siempre enojada o estresada? Y terminamos con el sentimiento de culpa.
Yo creo que está bien cuestionarnos para darnos cuenta de lo que estamos pensando, sintiendo y haciendo, si la idea es poder enseñarles a nuestros hijos a reconocer sus emociones o sentimientos, por qué nosotros no lo hacemos, tomar unos minutitos al día y recapitular nuestro día, no para juzgarnos, más bien, para “cacharnos” en esa reacción hacia cierta situación y cambiarla si hace falta.
Ya es complejo este camino de la maternidad como para echarnos más cosas encima y no ser amorosas con nosotras mismas, por eso hoy vuelvo a invitarlos a la empatía, a mirar con ojos más compasivos, a cuidarnos más, a no ser indiferentes.
“Recuerda que algunas veces los milagros, son personas”
Si deseas compartirme tus experiencias o tienes alguna pregunta escríbeme al correo susanadg@aperturaintelectual.com y con gusto te responderé.
Sigue Apertura Intelectual en todas nuestras redes:
Te invitamos a que califiques esta información.
ENTRADAS RELACIONADAS
