| 05 DE NOVIEMBRE DE 2024 | “El reino de Dios”, una historia excelsa |
POR: VÍCTOR MANUEL REYES FERRIZ
Concebida durante la pandemia, la directora y guionista Claudia Sainte-Luce cada mes visitaba a su abuela en el pueblo donde ella es oriunda y sin tener clara una idea y mucho menos un guion que la sustentara, esta gran artista fue cocinando una historia que mezclaba lo visto y vivido en el día a día durante sus esporádicas visitas y lo que su cabeza le escupía, así, en un determinado momento se trasladó de la Ciudad de México a su pueblo Tlalixcoyan, Veracruz y comenzó la grabación de este maravilloso largometraje, donde lo poderoso en realidad es la historia, ya que la producción desafortunadamente deja mucho que desear y es visible lo que, en palabras de la propia creadora, fue grabada en tan sólo quince días, y es que existen unos movimientos de cámara que impiden una libre y clara visión, sobre todo en el comienzo donde se retrata al protagonista atravesando el campo, y durante la película existen varias tomas que, a mi parecer, podrían haberse realizado de mejor manera; empero, la historia sí que vale la pena y ojalá, tengas la oportunidad de verla ya que desafortunadamente ha tenido poca exhibición.
Por lo que corresponde a la realización de este filme, es muy importante recalcar que ninguno de los participantes es un actor profesional y en su casi totalidad, fue la primera ocasión que se permitieron posar para la cámara, aunque en el caso de nuestro protagonista Diego Armando Lara Lagunes ya había contado con una muy pequeña participación en otro filme de la directora de cine y guionista Sainte-Luce intitulado “El camino del sol” que vio la luz un año antes y que según lo expresado por la propia cineasta “hay una conexión muy particular con él” haciendo referencia a que parece un retrato de ella misma cuando tenía esa edad; además de puntualizar que esta historia surgió en un momento en que ella había perdido esa fe y se encontraba molesta con Dios y que en algún punto se percató que esto podía tildarse de un sentimiento un tanto infantil, por ello, decidió que el personaje fuera encarnado por un niño.
Si bien es cierto que la trayectoria de nuestra cineasta mexicana no es tan vasta, también es cierto que, específicamente en esta película, fue ampliamente reconocida y es que su presentación oficial se realizó en el Festival Internacional de Cine de Berlín en febrero de 2022 donde la crítica resaltó su trabajo al otorgarle el Premio del Jurado en la categoría “Generation”; empero, no quedó ahí, durante la entrega de premios en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara arrasó al conseguir cinco de ellos como Mejor película mexicana, Mejor fotografía, Mejor actor, Mejor dirección y el último reconocimiento fue el premio Mezcal Joven que es otorgado por 16 estudiantes de diferentes universidades de nuestro continente; de tal suerte que, por supuesto que “algo” debe tener esta historia para haber logrado dichos premios.
La historia trata de un modo muy peculiar el cómo se pierde la fe y a través de algunos sucesos que atraviesa nuestro protagonista, en este caso el niño de nombre Neimar Lagunes, vemos como toda esa idiosincrasia religiosa se va destruyendo, cómo una serie de eventos desafortunados ponen en riesgo esa devoción a un ser divino, que dicho sea de paso, por supuesto que no le pueden dar una evidencia tangible y como dentro de cualquier dogma, el catolicismo no es la excepción, se debe creer sin ver ni comprobar, por lo que este largometraje transcurre mientras él se prepara para realizar su primera comunión de la cual, su abuela le ha hecho saber que en ese preciso momento, sentirá a Dios y resulta en una escena muy potente ese acontecimiento porque una vez que comulga por primera vez y se ve el desfile de los compañeros que hacían este sacramento con él, se vuelve a formar al final de la fila, para que nuevamente al postrarse frente al sacerdote, éste le dice “tú ya pasaste” y Neimar le contesta “es que no sentí a Dios”.
Otro momento de bastante reflexión es cuando se encuentra imaginando y jugando en el fuselaje de un avión que está abandonado a la mitad de la nada en el pueblo, oxidado, roto, vacío y Neimar funge como el capitán de la aeronave, les proporciona las instrucciones a los “pasajeros” y a continuación se posiciona en la cabina para levantar el vuelo; pues bien en algún momento la aeronave “se queda sin frenos” y les lanza un mensaje a quienes se encuentran “a bordo” diciéndoles “prepárense para morir en 3,2,1”; me parece un momento sumamente representativo porque si bien es cierto que todos estamos conscientes de que ese momento va a llegar sí o sí, jamás lo contemplamos como una realidad y ver representado este hecho por parte de un niño me pareció algo extremadamente interesante, sobre todo por dos razones; la primera, que en nuestro país, México, el tema de la muerte oscila entre dos visiones diametralmente opuestas; por un lado, una cultura que aún y en pleno siglo XXI pasa la noche en los cementerios llevándoles a quienes ya partieron, las cosas que más disfrutaban en vida, recordándolos, en muchos momentos lamentando su ausencia y dejando a un lado las obligaciones terrenales que, quienes todavía viven, deben de cumplir; es una parafernalia un poco inquietante pero tradición que me parece no terminará jamás; y la segunda razón que me parece muy interesante es la manera en que el mismo mexicano puede burlarse de la muerte donde incluso se realizan esos versos dedicados a las personas que más se quieren externando como se escapan de la muerte, las famosas “calaveras garbanceras” que son obra del artista plástico José Guadalupe Posadas y que nos invitan a escudriñar las cualidades más disparatadas de cualquier persona para esquivar y burlar a la huesuda y quedarse en este mundo de los vivos.
A través de esta historia me parece que podemos aprender en otra vertiente, es decir, no sólo en ese plano religioso y dogmático sino sensibilizarnos de todo lo que envuelve la vida de este niño que durante 73 minutos representó lo que viven miles y miles de niños en nuestro país y por supuesto alrededor del planeta que no es más que la desafortunada falta de oportunidad de acudir a la escuela, el hecho de ser un niño cuidado por parte de su abuela en lugar de su madre, vivir en una pobreza palpable, generar vínculos con personas desconocidas que bien podrían ser sus padres o abuelos por la diferencia de edades y lo peligroso que esto puede generar al estar completamente alejado del cuidado permanente de sus padres, la soledad del día a día, el matar las horas imaginando que hace realidad sus sueños, en este caso, las carreras de caballos pero para el resto de cualquier niño podría ser diferente; empero, la circunstancias no lo son.
Sin importar la época en que pudiéramos ver este filme, representará desafortunadamente, las condiciones en que una enorme cantidad de niños e incluso jóvenes mexicanos viven su día a día, es decir, es una película atemporal que retrata muchos de los diversos aspectos que marcan a nuestra sociedad y que en conjunto son el caldo de cultivo perfecto para las consecuencias que tenemos en este momento; es decir, las causas de los porqués en nuestro país son tan fácilmente copados niños, niñas y adolescentes por el crimen organizado o simplemente que ellos mismos encuentren como una forma de salir adelante realizando actos contrarios a la ley, las circunstancias que rodean a su entorno no son favorables para guiarlos de manera correcta y generar ciudadanos responsables, asimismo, una cultura social que le da mayor peso a “estar bien” con su ser supremo invisible por encima de lo palpable que representa una instrucción tanto educativa como social.
Finalmente, considero como prioridad urgente que todos podamos involucrarnos en apoyar y exigir mayor injerencia por parte de las instituciones dedicadas a la cultura en nuestro país porque este tipo de trabajos que valen la pena se topan con trabas en cada paso que dan y a pesar de ello o mejor dicho contra todo esfuerzo de eliminarlos, salen a la luz y nos presentan una realidad que muy frecuentemente olvidamos y para este caso, con una naturalidad por parte de quienes la actuaron que por supuesto es no solo digno de reconocerse sino aplaudirse y pedir que puedan existir mayores producciones de este corte.
DATO CULTURAL.
Un día como hoy en 1940 en Estados Unidos el escritor, historiador, militar y político Franklin Delano Roosevelt gana por una amplísima mayoría de votos electorales la contienda por la presidencia del país, convirtiéndose en el único mandatario de la nación de las barras y las estrellas en ocupar el cargo en cuatro periodos distintos y además consecutivos. Fue una pieza clave en el desarrollo y culminación del conflicto bélico de la Segunda Guerra Mundial; en 1962 en Washington D.C., Estados Unidos en la sede de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), perteneciente al Banco Mundial, la República de la Unión de Myanmar es aceptada como Estado Miembro; en 2016 en todo el mundo se conmemora por primera ocasión el “Día Mundial de Concienciación sobre los Sunamis” que fue declarado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas mediante su resolución A/RES/70/203 de fecha 22 de diciembre de 2015.
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