POR: LIGIA PÉREZ GARCÍA
El duelo es el proceso emocional, adaptativo, personal y único que experimenta una persona ante una pérdida significativa, donde se pueden presentar diferentes reacciones físicas, sociales, emocionales e intelectuales.
1. Físicas: insomnio, fatiga, cansancio, mala alimentación o pérdida o incremento del apetito, dolores de cabeza, de estómago, de pecho, contracturas musculares, dolor de la mandíbula, hipertensión, subir y bajar de peso de manera drástica.
2. Sociales: aislamiento, pérdida de amigos, descuido de la familia, descuido de la pareja, abandonar las cosas que te gustaban hacer.
3. Emocionales: se pueden presentar cambios en el estado de ánimo, enojo, tristeza, culpa, frustración, pero también puede haber periodos de tranquilidad.
4. Intelectuales: se pierde concentración, poca capacidad de atención y memoria, confusión, olvidos, descuido, negligencia en su trabajo.
Durante el proceso de duelo se vive un gran impacto emocional donde se experimentan emociones tan fuertes que la mayoría de las personas pasan por alto el tema del cuidado personal, dejan de ponerte atención en su apariencia.
El autocuidado son todas aquellas acciones que la persona realiza para resguardar su bienestar físico, emocional, social y mental, lo que ayuda a lidiar con los síntomas inmediatos del duelo, además que, de acuerdo con Neimeyer, la persona, experimentará una integración más saludable de la pérdida, sin mencionar lo beneficioso que puede llegar a ser a largo plazo.
Algunas acciones para el autocuidado en el duelo son las siguientes:
En la parte física:
• Descansar / dormir suficientes horas
• Comer de manera saludable
• Hidratarse
• Hacer ejercicio
• Dar un paseo, tomar aire fresco
• Tomar un baño de agua caliente que te permita relajarte
• Acudir a revisión médica
En la parte social:
• Compartir su tiempo y mantenerse en contacto con familia, amigos y seres queridos
• Alejarse de personas que no te suman
• Poner límites
• Conocer personas nuevas
• Aprende a pedir ayuda
• Aceptar ayuda
En la parte emocional:
• Escribir un diario emocional
• Compartir tiempo de calidad con sus seres queridos
• Platicar con personas de confianza
• Expresa sus emociones, hablar, escribir, dibujar, reír, llorar
• Tomar un tiempo para reflexionar y analizar su situación sin presiones externas.
En la parte intelectual:
• Leer un libro
• Escuchar un podcast o un audiolibro
• Establecer nuevas metas
• Tomar una clase, un curso
• Buscar nuevos hobbies
• Realizar actividades o juegos que te ayuden a enfocarte en otra cosa
• Descansar de las redes sociales
• Tomar terapia, acudir con un tanatólogo puede ayudar a trabajar en tu duelo y tu proceso
Derivado de esto, podemos decir que se entiende como “autocuidado”, el tomar conciencia de tus necesidades y que estas acciones tienen un papel crucial en el duelo, permitiendo a la persona encontrar un equilibrio en su vida después de la pérdida.
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