
POR: THELMA MORALES GARCÍA
La influencia de la música ha sido un factor muy importante en mi vida desde que tuve uso de razón, en casa había una gran variedad de gustos por la música, desde el jazz, lo clásico, hasta las grandes bandas, después conforme uno crece va aprendiendo más cosas y cambiando sus gustos musicales. Elvis Presley, llegó a mí siendo muy niña, cuando mi madre me mostró su fotografía y me maravilló por su aspecto físico, hasta entonces fue cuando comencé ha escuchar su música y a volverme una fanática del Rey del Rock; aprendí todo lo que de él se escribió, su encuentro con el cuarteto británico de los Beatles, que una vez que llegaron a Estados Unidos, quisieron conocerlo y lo visitaron en su casa; el encuentro según Elvis es que los cuatro se sentaron en su sala y se le quedaron mirando sin decirle nada, y él les dijo que si sólo lo iban a ver o mejor los invitaba a tocar cada uno con su guitarra y así fue el encuentro.
Después comencé ha escuchar a los Beatles, a ver y leer cuántas revistas, programas de televisión y libros hablaban sobre ellos, fue así que escuché por primera vez el nombre de Bob Dylan, pues también lo conocieron la primera vez que estuvieron en Estados Unidos, así comenzó una relación estrecha con él, y la influencia de la música de Bob Dylan hacia el cuarteto de Liverpool fue decisiva, Bob y los Beatles trabajaron juntos para desarrollar la música que definió la década de los sesenta. Años más tarde en 1976 John Lennon recordaría lo siguiente: “Después de escuchar a Bob Dylan supimos que no volveríamos a escribir ninguna canción como ‘I want to hold your hand’”; sin embargo, tanto los Beatles, como Bob Dylan se influyeron recíprocamente y se admiraron mutuamente. También, George Harrison “Las canciones de los Beatles durarán 100 años. Pero la música de Bob Dylan durará al menos 500.”
Bob Dylan nació en 1941, en Minnesota en un pueblo minero; su nombre real es Robert Allen Zimmerman y utilizó el nombre del poeta Dylan Thomas para hacerlo suyo, desde muy joven, Dylan recordaba que pasaba las noches escuchando la radio, en Chronicles, el libro de memorias que publicó en 2004 evoca esos años de infancia: “Mirando por la ventana, me impactaba el darme cuenta de que no sucedía absolutamente nada en el mundo en que vivía. La radio era mi único medio de escape hacia una realidad diferente”. Fue así como en 1956, escuchó por primera vez, la voz de alguien que cambiaría su vida para siempre, la canción de “Heartbreak hotel” interpretada por Elvis Presley que lo hizo pensar en la música “…supe lo que quería hacer por el resto de mi vida”.
Desde entonces es considerado una leyenda de la música; según un estudioso de la cultura popular de la Universidad de Syracuse dice que Bob Dylan “ha logrado el estatus de inmortalidad antes de sucumbir a la mortalidad”, a diferencia de James Dean, Jim Morrison y John Lennon, quienes después de su muerte alcanzaron el estatus de leyendas. Ha recibido innumerables reconocimientos a los que un artista puede aspirar: el Premio Príncipe de Asturias de las Artes; el Polar Music Prize (considerado el Nobel de la Música); la Medalla de Honor del Kennedy Center; varios doctorados Honoris Causa; el Grammy; el Oscar; el Premio Quill por la autoría de Chronicles, su libro más reciente y es miembro del Rock & Roll Hall of Fame and Museum. Para Leonard Cohen: “Bob Dylan es uno de los personajes que sólo aparecen una vez cada 300 o 400 años. En cuanto lo escuché reconocí su genio”. En 2016 le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura, “por haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción americana”, el cual recibió más de tres meses después de la ceremonia oficial.
Un medio periodístico (BBC NEWS MUNDO) de aquél tiempo, enumeró seis letras de canciones que muestran la poesía por la que ganó el Nobel de Literatura. La primera “Masters of war” (Los maestros de la guerra) de 1963; “A hard rain’s a-gonna fall” (Dura lluvia va a caer) de 1963; “Like a rolling stone” (Como una piedra que rueda) de 1965 y una de mis favoritas, por cierto uno de los versos de esta canción dice: “Ser un completo desconocido, como una piedra que rueda” y que le da nombre a la película sobre la vida de Dylan “Completo desconocido” (2024) que estuvo recientemente nominada a varios premios Oscar; “It’s alright Ma” (Está todo bien, ma) de 1965; “Chimes of freedom” (Repiques de libertad) de 1964; “Absolutely sweet mary” (Absolutamente dulce María).
Me gusta mucho “Mr. tambourine man” (Señor del pandero) escrita en 1964 cuya inspiración provino del guitarrista Bruce Langhorne quien se presentó en alguna grabación con un gran tambor turco y de la película La Strada (1954) de Federico Fellini y la canción “Hurricane” escrita en 1975 dedicada al boxeador Rubin “Huracán” Carter.
Cada concierto que realiza es diferente, porque cada vez reinventa su propia música, pues modifica el tiempo, los arreglos, el ritmo y hasta la estructura de sus canciones hoy clásicas, tuve la fortuna de escucharlo 26 de febrero de 2013, cuando que se presentó en el Auditorio Nacional en la ciudad de México ante casi diez mil personas, de todas las edades; me sorprendió observar a adolescentes acompañados por su padres fanáticos de Bob Dylan, creo que en eso radica su genio, en poder hacer que su música no tenga edad y siga siendo tan exitosa con el paso del tiempo; para esta ocasión se acompañó de sus cinco músicos y sin ningún efecto especial, ni escenografía, sólo con su guitarra, su inolvidable armónica y su característica voz nos mantuvo escuchando la belleza de sus canciones.
Cantó 17 de sus temas, sin faltar “Like a rolling stone” y “Blowin’ in the wind”, sólo se dedicó a mostrarnos su música desde que salió al escenario y solo al final se volvió al público para decir “Gracias México”, todo el concierto se dedicó sólo a su música, porque se comprueba que disfruta lo que hace y se concentra tanto que pareciera que toca para su propia alma.
Hace varios años me regalaron el libro “Bob Dylan Letras”, adquirido en el Péndulo de la colonia Roma en ciudad de México, qué en lo personal considero una joya, pues en este ejemplar encuentras las letras de sus canciones desde 1962 hasta 2001 en inglés y traducidas al español editado por OCÉANO y donde se encuentran la historia de cada canción y lo que le motivó escribirlas.
“Si no tuviera dinero, podría moverme de manera invisible. Tengo que pagar mucho para ser invisible. De hecho, es para lo único que necesito dinero”, dijo alguna vez en los sesenta ante el acoso de la prensa, por eso no sabemos casi nada de su vida privada. Lo que sí sabemos es que es compositor, escritor, cantante, pintor, actor, poeta, disc jockey; es finalmente un genio.
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