POR: LIGIA PÉREZ GARCÍA
La voluntad anticipada es el documento, por medio del cual, una persona mayor de edad, tiene la capacidad de decidir de manera libre e informada, como quiere terminar su vida ante una situación de gravedad, o al encontrase al borde de la muerte y decidir los procedimientos, tratamientos y cuidados paliativos que desea o no recibir.
Existen 2 formas de solicitar la voluntad anticipada:
1. A través de un documento notarial, lo puede solicitar cualquier persona mayor de edad, en pleno uso de sus capacidades mentales, tiene costo y en Marzo que es el mes de la voluntad anticipada, es más barato.
2. El Formato de voluntad anticipada, lo escribe y manifiesta el interesado en pleno uso de sus facultades mentales, en cualquier hospital público ó privado. Se deberá elegir a un representante, no necesariamente deberá ser un familiar y será, quien se encargará de que ésta voluntad se lleve a cabo, se firmará por 2 testigos, con identificación oficial y es un trámite gratuito.
Los objetivos de la voluntad anticipada son:
1. Evitar la obstinación terapéutica, también conocido como encarnizamiento terapéutico y es cuando se aplican procedimientos y tratamientos con el objetivo de alargar la vida del paciente y que serán inútiles.
2. Respetar la voluntad del paciente hasta el final de sus días.
3. Respetar la dignidad como paciente, darle trato humano en todo momento.
4. Evitar conflictos entre el paciente, familiares y personal de salud, tomando las decisiones en función de los deseos manifestados por el.
Se ha llegado a mal entender que la voluntad anticipada, sólo es para pacientes con enfermedad terminal, la finalidad es, que lo solicite cualquier persona independientemente de su estado de salud, realizarlo de manera preventiva, no podemos pensar, que tenemos la vida comprada, porque en cualquier momento podemos tener un evento cardiovascular, una embolia, sufrir un accidente, que no te permita tomar tus propias decisiones, y te quite la oportunidad de manifestar si quieres ser sometido o no, a medios, tratamientos o procedimientos médicos extraordinarios.
La voluntad anticipada, va de la mano de los cuidados paliativos, ya que, al solicitar no tener un tratamiento curativo, el personal de salud se enfocará en el inicio de tratamientos paliativos que permitan al paciente controlar y disminuir el dolor o el malestar de la persona y mejorar su calidad de vida.
Todas esas decisiones deberían ser analizadas con antelación, las personas tendrían que preguntarse, si llegará a tener una situación de enfermedad terminal, lesión cerebral o estado vegetativo, etc. ¿qué tipo de tratamientos quiero que me hagan o que no hagan?, ¿deseo que me hagan maniobras extraordinarias?, ¿soporte vital avanzado o quiero que me intuben o me conecten a un ventilador, quiero control del dolor, quiero sedación paliativa al final de la vida en momento de agonía?, ¿quiero ser hospitalizado o fallecer en mi casa?.
Además, quiero destacar, la importancia de platicar estos temas con la familia y no dejarles ese tipo de decisiones ante una situación así, ya que, en esos momentos tan vulnerables, bajo mucho estrés, angustia y emociones desbordadas, llega a ser demasiado complicado que los seres queridos, tomen la decisión de que no se realicen algunos tratamientos para prolongar la vida y despedirse de su ser querido ó, también puede pasar, que sus elecciones sean completamente diferentes a las nuestras, así que, este documento, con nuestra voluntad anticipada, tiene la finalidad de evitar y prever un problema con los familiares y el personal de salud y asegurar que moriremos como queremos, con dignidad y sin sufrimiento.
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