Alfonsina Storni más que una poeta

POR: THELMA MORALES GARCÍA

Mis referentes en el tema feminista han sido desde mi niñez, mujeres de fuerte temperamento, como mi abuela paterna maestra de primaria, las hermanas de mi madre, que tuvieron una formación académica y fueron independientes económicamente. De adulta, las mujeres con las que he trabajado, también independientes y de fuerte carácter, así es que estos ejemplos me hicieron reflexionar sobre lo que una mujer debe hacer desde que encuentra su vocación. En mi caso no hubiera sido posible llegar a la universidad sin el apoyo de mis tías, que estuvieron al tanto de mi formación profesional.

Por ello, encontrar el artículo publicado en La Jornada Semanal del 2 de febrero de 2005, dedicado a la poeta Alfonsina Storni, y titulado “Libertad Moral y Rebeldía: Alfonsina Storni Cronista”, de Miguel Ángel Hernández quien nos dice: “Nadie puede dudar de que la obra poética de Alfonsina Storni (1892-1938) es trascendente en las letras latinoamericanas, pero su figura, en cierta manera romantizada y por lo tanto opacada por su suicidio, ha impedido ver con justicia la brillantez y valentía de su pensamiento feminista”.

Esto es muy cierto, cuantas personas refieren la canción “Alfonsina y el mar”, que aunó a que se creyera que se internó en el mar hasta desparecer, lo que en realidad no sucedió. Se arrojó desde el malecón, donde encontraron uno de sus zapatos; también se dijo que padecía depresión, cuando recientemente se había enterado que tenía cáncer; como su hijo ya era un adulto, consideró que el suicidio era su única salida ante la enfermedad; tenía reciente la muerte de su admirado amigo, el escritor Horacio Quiroga quien también padecía cáncer y se quitó la vida en 1937 bebiendo cianuro, entonces ella escribió un poema: “Morir como tú, Horacio, en tus cabales, y así como siempre en tus cuentos, no está mal; un rayo a tiempo y se acabó la feria… Allá dirán. No hiere cada hora –queda escrito–, nos mata la final. Unos minutos menos… ¿quién te acusa? Allá dirán”.

 Su suicidio fue el término de una vida intensa, prolífica, de lucha constante, de gran valentía. Su obra la llevaría a prevalecer hasta nuestros días y enterarnos después de tanto tiempo lo que pensaba y quería de la vida misma. Me pregunto cómo una mujer como Alfonsina que estaba en una época donde las mujeres no tenían ni voz, ni voto, lograra ser ejemplo a través de sus colaboraciones periodísticas y de abrir brecha a las mujeres de su tiempo. Cuando leí el artículo, reconozco que sólo sabía de Alfonsina como poeta y sin embargo escribió crónicas de lo que pensaba del papel de la mujer que entonces sólo valía si estaba casada.

De esta etapa Mariela Méndez en el libro “Nosotras y La Piel. Ensayos de Alfonsina Storni”, que compila lo escrito entre 1919 y 1921 para la Revista La Nota y para el diario La Nación: “Usando como molde las típicas columnas femeninas que giran en torno al mundo doméstico, Storni dio un paso más allá e incorporó temas polémicos tales como la presencia de la mujer en el mercado de trabajo y su rol en la sociedad moderna. Su escritura visionaria y su lucidez crítica la ubican dentro de una contracorriente de voces como las de Virginia Woolf, Clarice Lispector y Silvina Ocampo.” En sus textos va asumiendo diversas voces y firma con seudónimos como: Tao Lao, Julieta, Mercedes o una niña, en otras escribe con su nombre. Para 1920 adquiere la ciudadanía argentina.

“A lo largo de toda su obra, Storni exploró distintos géneros, desdoblándose, recurriendo al humor y transgrediendo los estereotipos que pretendieron encasillarla. Rescatar sus escritos es traer a colación un pensamiento original que supo adelantarse a su tiempo y que continúa haciendo eco en la sociedad actual.” Como ejemplo comparto algunos fragmentos de lo escrito por Storni el 13 de marzo de 1921 en La Nación, ¿Por qué las maestras se casan poco?: “Las razones que hemos podido catalogar en un rápido examen de este asunto, se reducen a cuatro principales: un factor económico, otro intelectual, otro social y otro moral”. Porque cuando las mujeres son capaces de sostenerse económicamente no tienen prisa por casarse. “La gran conquista a que la mujer debe aspirar, es por sobre todas, su libertad moral”.

Sobre este punto Mariela Méndez nos advierte que se refería a la ideología dominante heteronormativa (que establece la heterosexualidad como la única orientación sexual), en este sentido muestra que Storni pretende promover una postura ética que le brinde a las mujeres la libertad individual. Por otra parte, en sus colaboraciones, nos dice que las mujeres son ya feministas, pero no porque se sumen a una lucha o movimiento político-social, sino porque el ejercicio del pensamiento es ya ser feminista, es decir, desde el momento en que las mujeres cuestionan, enfrentan las condiciones sociales impuestas.

Releerla con el pensamiento contemporáneo permite que descubramos el gran valor de sus escritos, más allá de su muerte física, hoy Alfonsina Storni está más viva que nunca.

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