De la burla a la enfermedad.

Por: Víctor Manuel Reyes Ferriz.

A partir de que terminan los festejos de nuestra independencia, inmediatamente los supermercados, tienditas de esquina,  revistas, páginas de internet, televisión y todo instrumento de comunicación masivo, nos comienza a vender la idea de Halloween, aunque en nuestro país es una tradición completamente diferente y con ingredientes únicos de América Latina, el tan esperado Día de Muertos.

Definitivamente no existe un país en todo el globo terráqueo que pueda conjuntar un folclor tan variado como nuestro México, lleno de costumbres que tienen orígenes de hace muchos siglos, actividades que al parecer poco evolucionadas nos recuerdan lo que nuestro país ha sido a través de la historia, tradiciones tan llenas de sentido que hacen a todo visitante enamorarse de nuestro país. Máscaras, artesanías, tapetes, jorongos, jícaras, fuegos artificiales, sombreros, bastones, zoques, cerámicas, quechquémitl, huipiles, en fin, un sin número de accesorios que conforman a la cultura mexicana, empero, para efectos de este espacio, lo que nos interesa resaltar son las calaveritas tanto de azúcar, chocolate y en especial las que se le dedican año con año a los compañeros de trabajo, familiares o amigos.

El hablar de la muerte generalmente es un tema al que se le respeta demasiado, en la mayoría de las sociedades es un tema tabú e incluso de mala suerte por sentir que se le está invocando, mientras para el pueblo mexicano es una situación bastante curiosa porque a pesar de rendirles un culto importante a nuestros seres queridos que se adelantaron, visitar sus tumbas, permanecer por horas en el cementerio recordándolos y llevándoles lo que en vida disfrutaban mucho; también existe esta característica lúdica acerca de la flaca, la parca, la huesuda, la calaca, la catrina, la dama fría, e incluso se utilizan frases como colgó los zapatos, pasó a mejor vida, se petateo, se puso frío, salió con los pies pa´ delante, estiró la pata y muchas más que seguramente hemos escuchado, asimismo, sucede con algunos otros temas que para algunas personas el burlarse de éstos, sería poco respetuoso, como es el caso de las enfermedades, las discapacidades y sobre todo de los errores que cometen las personas que nos rodean.

Esta circunstancia de hacer “fiesta” que en realidad es el sarcasmo más puro, podríamos decir que es una forma de vida común entre los mexicanos porque por desgracia no se toman o tomamos la vida tan en serio, digamos que cuando se debe ser respetuosos no lo somos del todo y probablemente es un asunto de cultura, civilidad o simplemente respeto, una característica que nos falla en reiteradas ocasiones; sin embargo por otro lado, se puede considerar que es una reacción natural de incertidumbre ante determinados eventos, por qué a quién no le ha pasado el conocer a una persona en una reunión y platicar de un tema de enfermedad y literalmente “meter la pata” al hacer algún comentario donde esa persona recién conocida sufre de dicha enfermedad, o alguna ocasión en que te presentan a alguien que acaba de sufrir un accidente y comentamos algo impertinente acerca de lo sucedido sin saber que era esa persona, entonces en mi particular punto de vista, en ciertas ocasiones es usada la mofa como un escudo para no externar nuestros verdaderos sentimientos.

Algo tan peculiar en nuestra sociedad, no se puede pasar tan desapercibidos y menos si el día de hoy comenzaron estas tradiciones; porque el día primero de noviembre se conmemora, recuerda, venera y acompaña a nuestros difuntos que se adelantaron en el camino y es denominado como Día de todos los Santos, y el día de mañana se llama de los Fieles Difuntos. Esta celebración, si se me permite el término, no es exclusiva de nuestro país, también es conmemorada en varios países del continente Americano, por ejemplo Argentina, Brasil, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Venezuela, entre otros, claro está, que la celebración sufre sus variantes dependiendo de las tradiciones que cada uno tenga, y solo por mencionar algún país en Guatemala se pintan las calles completamente de una flor amarilla que únicamente existe en ésta época y llenar las casas con adornos de ciprés, en los altares que se montan para los difuntos acompañarlo de una veladora, un vaso con agua y la fotografía del difunto.

Con respecto a todo este folclor, nuestro país definitivamente se pinta solo para festejar esta época, y una pequeña muestra de ello es que en nuestra entidad, el Estado de México, se realiza en el municipio de Valle de Bravo un festival internacional que hace referencia a todas estas características, un festival con excelente nivel artístico y cultural que nos muestra ese carácter festivo del mexicano cuando de la tradición del “Día de Muertos” se trata. Dentro de este festival, que ahora nos muestra su novena edición, se contemplan dos concursos ya tradicionales, el primero es el dedicado a las Ofrendas, donde la población en general es invitada a participar realizando una ofrenda que contenga los elementos básicos que se utilizaban desde el inicio de esta tradición, conjuntar los elementos indígenas, mestizos y urbanos ya sea de la región, el estado o el país; entre los días 28 al 31 de octubre y el 1ro y 2 de noviembre, los jurados deliberarán para elegir y premiar a las 3 ofrendas mejor diseñadas; éstas podrán presentarse en las casas, restaurantes, bares, escuelas, espacios públicos, etc; lo anterior con el propósito de que la gente pueda verse inmersa en esta actividad y retomar nuestras raíces aunque sea por unos días.

El punto esencial en este tema con respecto a nuestro México, es que para nosotros la muerte es un símbolo ambivalente porque la sociedad se burla de ella, empero, también le muestra un respeto tal que se puede llegar a convertir en una enfermedad; y precisamente de eso me gustaría hablar.

No estoy seguro como llamar este fenómeno que desde hace algunos años se ha detectado en diversas personas alrededor del mundo, el hecho de tenerle un miedo a la muerte realmente importante, al grado de necesitar ayuda profesional; sin embargo algo que definitivamente tiene un nombre es la ciencia que trata estos síntomas, la Tanatología.  En este tenor, la Dra. Elisabeth Kübler – Ross, quien se puede considerar como la madre de la Tanatología moderna, ha realizado diversos estudios y comenta que el fenómeno de la muerte es muy diferente en América Latina que en el resto del mundo por ejemplo, una característica inigualable es el llamado “Duelo” que no es más que el tiempo necesario para lograr una recuperación SANA de la pérdida que se acaba de sufrir, y en nuestro país, así como en el resto del continente de habla hispana este tiempo se convierte en un martirio por dos características que lo acompañan, la religiosidad y el entorno familiar.

Dicho lo anterior, es necesario destacar que esta característica del latino, en mi opinión,  muy probablemente se deba al hecho de aferrarnos a las cosas, a nuestra familia, nuestro trabajo, a los amigos, a la casa en que vivimos, las costumbres que tenemos, en fin, todo aquello que nos ha acompañado por años y esto creo que es un reflejo de una cultura milenaria que viene desde la conquista, porque no solo nos cambiaron a nuestros dioses por otro, sino que nos quitaron nuestra identidad para cambiarla por la que ellos traían, nos quitaron nuestra forma de vivir para implementarnos otra, y es por ello que existe ese miedo al cambio, un miedo mal dirigido porque como no sabemos dónde ni cómo vayamos a estar, deseamos con todas nuestras fuerzas que ese momento no llegue jamás.

Derivado de esa reacción negativa al cambio, existen algunas personas que lo llevan a un nivel más alto todavía y además de resistirse a éste, pareciera que pretenden quedarse en este mundo de manera eterna, lo que supone 3 cosas; la primera es que no pueden entender que esta vida es prestada y que tenemos un tiempo limitado para desarrollar nuestras habilidades, ser felices, ayudar a los demás, y prepararnos para bien morir, satisfechos de lo que hemos logrado, entonces pudiera entenderse que posiblemente no han cumplido esas metas, o que no fueron capaces de alcanzar sus sueños y que están dejando pendientes, por eso se niegan a morir;  la segunda opción nos podría presentar a una persona ego centrista que no soporta la idea de alejarse de este mundo por la desgracia que le causaría a este mundo su pérdida, situación que distaría muchísimo de ser verdad; y la última posibilidad es que sufra de alguna enfermedad psíquica como Tanatofobia (Thanatofobia) que significa el miedo excesivo a la muerte, Necrofobia que es un miedo a todo lo que tenga relación con la muerte, o bien alguna fobia como la agorafobia (a las aglomeraciones de personas), acrofobia (a las alturas), hidrofobia (al agua), claustrofobia (a quedarse encerrado), en fin todas las variantes existentes.

Por lo que respecta a las enfermedades en nuestro país, al momento, no existen muchas clínicas que atiendan esta problemática, generalmente son tratados vía psicólogos y se les proporciona un tratamiento encaminado a entender que la vida no es perene, que debemos asumir que estamos por un tiempo determinado y ninguna persona se quedará como vulgarmente se dice “de muestra”; sin embargo, es un conflicto difícil de tratar. En algunos otros países si es posible tener acceso inmediato a este tipo de tratamientos, algo que a nuestra sociedad le hace mucha falta, empero, es entendible que no se le ponga mucha atención porque al final de cuentas es toda la sociedad Mexicana la que se reúsa a morir, situación que obviamente no es exclusiva de nuestro país, empero, si es un foco rojo que podríamos comenzar a tratar.

Dato Cultural:

Un día como hoy en 1478, una bula del Papa Sixto IV autoriza la instauración de la inquisición en Castilla; en 1811, el General y Político Mexicano José Santos Degollado Sánchez; en 1897, se funda en la ciudad de Turín, el club de football Juventus; en 1914, la Convención de Aguascalientes designa como Presidente Interino al General Eulalio Gutiérrez; en 1922, de disuelve oficialmente el Imperio Otomano; en 1960, John Fitzgerald Kennedy se convierte en el 35vo Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, y en 1979 Griselda Álvarez se convierte en la primer Gobernadora de México, representando al estado de Colima.

Espero sus comentarios y sugerencias al correo lic_reyesferriz@yahoo.com

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