Medallero olímpico como muestra fidedigna del desarrollo

10 DE AGOSTO DE 2021 Medallero olímpico como muestra fidedigna del desarrollo 

POR: VÍCTOR MANUEL REYES FERRIZ.

A lo largo de los años, justa olímpica tras justa olímpica, los mexicanos esperamos salir victoriosos, que nuestros connacionales consigan montarse al podio de esas tan anheladas preseas que marcan el cierre de muchos años de trabajo para cualquier deportista de alto rendimiento, soñamos, con que cada 4 años logremos alzar los brazos para festejar a nuestro deportista favorito; sin embargo, bien decía una de las mayores mentes que han habitado nuestro planeta, Albert Einstein, que nos dejó una frase magnífica “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, y por desgracia no hemos podido entenderla del todo y por supuesto, menos aplicarla.

Probablemente a partir de hoy, o tal vez desde ayer, los analistas deportivos comienzan a emitir sus opiniones acerca del por qué nuestro país no consiguió mas medallas olímpicas, se verá por todas partes la manifestación de ideas acribillando a los participantes en Tokio, a las asociaciones o federaciones deportivas, los políticos de oposición se van a relamer los bigotes señalando los desastrosos resultados que son por falta de apoyos, mientras que los que s encuentran en el gobierno darán sus típicas respuestas que evaden las responsabilidades y que dicen todo sin decir nada; empero, lo que en mi particular punto de vista es necesario, es el análisis profundo, porque de nada nos sirve echar culpas a todos sin fijarnos en los pequeños y grandes detalles que, a lo largo de la historia, hemos dejado a un lado, aquellas acciones que urgen y que simplemente, ya sea por burocracia (por parte de los gobiernos), comodidad (por parte de atletas para no comprometerse en caso de recibir el apoyo que solicitan) o simplemente mediocridad (toda la sociedad mexicana para mantener una esperanza postergada) y fijar objetivos que repercuten en nuestro día a día, del cual, nos quejamos pero no aprendemos.

Me refiero a que existen estudios, documentos, tratados, y hasta planes y programas internacionales como los de la ONU por ejemplo, que claramente han dejado muy claro que el deporte y sus logros, definitivamente son un gran termómetro en la comparativa del desarrollo económico de cada país; si a este argumento le sumamos que nos sirve también como una referencia en temas tan particulares como lo son sociedad, equidad, cultura, salud, disciplina y compromiso, pues entonces podemos comenzar a percatarnos que la posición que ocupa México en el medallero cada ciclo olímpico, es muy cercana a nuestra realidad, situación que si cada quien comenzamos a razonar, dejaremos, en primer lugar, de quejarnos de las acciones del gobierno porque precisamente ese gobierno, fue el que este país contrató.

A manera de ejemplo, y solamente por que coincide con un cambio de gobierno en nuestro país de manera reciente, en la administración anterior de Peña Nieto, el que estaba al frente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) era Alfredo Castillo, quien definitivamente dio precarios resultados no solo en la justa veraniega, sino a lo largo de sus tres años y medio de gestión al frente de este organismo y quien regresó de Río de Janeiro 2016 con solo 5 preseas (3 de plata y 2 de bronce) obtenidas por la delegación mexicana, situación que por supuesto en el argot político de oposición fue un festín sin igual porque buscaban su cabeza de cualquier forma; ahora bien, en esta nueva administración al frente de la misma institución se encuentra una de nuestra mejores atletas de la historia para nuestro país, situación que muchos pensábamos, sería un parte aguas para que nuestros atletas pudieran ser mejor cobijados; sin embargo, esto no sucedió y por el contrario, hubo más decepciones que en anteriores ediciones.

Pero entonces la pregunta sigue en el aire, ¿Qué se debe hacer para que México obtenga más medallas en las olimpiadas?, bueno pues la respuesta nos la han proporcionado por años, al menos, dos instituciones internacionales que, aquellos países que han hecho algo de caso, ahora comienzan a posicionarse en estos rankings de preseas, me refiero a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que específicamente tiene una dependencia denominada Oficina de las Naciones Unidas para el Deporte, el Desarrollo y la Paz, y por otro lado, el Banco Interamericano de Desarrollo (IDB) se ha cansado de publicar estudios donde de manera contundente demuestra la importancia del deporte en la vida de los habitantes de cualquier país para conseguir libertades, igualdad, inclusión y hasta mejorar las habilidades educativas y el éxito profesional; por lo tanto, de ninguna manera tendremos excusas.

Si comenzamos a desmenuzar los datos que nos arrojan los cierres de las olimpiadas en cada edición podemos percatarnos como existen países totalmente consagrados que en cada edición sin falta, consiguen más preseas y que ocuparan hasta los primeros 6, 7 u 8 lugares del medallero; sin embargo, lo interesante viene en aquellos países que comienzan a asomar la cabeza en determinadas disciplinas, como bien podría hacerlo México si buscáramos hacer las cosas diferentes para conseguir resultados diferentes (nuevamente). Algunas personas podrían decir que los países que lideran de manera global el medallero (EE.UU. China, Gran Bretaña, Rusia, Alemania, Japón, Francia o Corea del Sur) son naciones que les ha costado muchos años conseguirlo y que ahora gozan la cosecha de esas mieles; empero, mi razonamiento difiere por dos simples razones. La primera, porque desde que existen los JJ.OO. modernos, estas naciones se han posicionado en esos lugares, por lo tanto, desde sus inicios han trabajado en fomentar a sus deportistas, crear las instalaciones y condiciones adecuadas para que puedan desarrollar sus capacidades, e incluso, hacer que las desarrollen por la fuerza (caso de Corea) por que de no conseguir medalla tienen que realizar servicio militar obligatorio, los becan, apoyan sus carreras y contratan a los mejores entrenadores para conseguir esas tan deseadas medallas, pero no es gratis, lo han realizado día a día y conlleva un gran esfuerzo; y la segunda, es que a pesar de que todos los países antes mencionados, desafortunadamente o afortunadamente no sabría con certeza definirlo, han sufrido guerras, han conocido lo que es renacer, reinventarse, trabajar arduamente para mostrar una mejor versión de si mismos e intentan por la mejor de las vías posibles, como es el deporte, perpetuar esa cultura en todos sus habitantes, algo en que pensar.

De manera habitual se dice que los países desarrollados tienen muchas más posibilidades de ganar medallas, y en parte eso es correcto porque entonces aquellos territorios que cuentan con recursos podrán crear la infraestructura necesaria para potenciar las habilidades de sus deportistas, pero existe un estudio bastante interesante de Andrew B. Bernard y Meghan R. Busse que nos mencionan que claramente el PIB de un país es un espejo de su avance en el deporte; sin embargo, agregan condimentos interesantes a la ecuación como son la población, el acceso a información, conectividad, educación y las oportunidades reales que ofrece el país; es decir, si nos basáramos exclusivamente en el PIB, manteniendo nuestros 8 países que ocupan de manera habitual el medallero, tendríamos que eliminar nada mas ni nada menos que a Corea del Sur y sustituirlo por la India que en toda su historia ha conseguido 30 preseas; si nos ubicáramos únicamente en población, pues la cosa sale mucho peor porque de esos mismos ocho países solamente se mantendrían China y EE.UU, donde tendríamos que colar a países como India, Indonesia, Pakistán, Brasil, Nigeria y Bangladesh que entre estos últimos seis juntan un total de 241 preseas, de todos los colores, lo que equivale solamente a 19 medallas de bronce menos que Francia en toda su historia tomando cifras hasta la edición de Río 2016; y finalmente en el rubro educativo, pues nuestro medallero sería totalmente al revés, porque según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los mejores sistemas educativos a nivel mundial y solamente tomando un porcentaje de la referencia que arroja la prueba PISA, son Singapur, Japón, China, Corea del Sur, Canadá, Estonia, Finlandia, Macao, Nueva Zelanda y Australia, por lo que solamente entrarían 3 tomando como referencia los parámetros antes mencionados.

De tal suerte que podemos ver que un país “desarrollado” no se compone solamente del tema económico, va más allá, es un conjunto de detonadores que al empalmarse nos darán como resultado mayor cantidad de deportistas y mejores resultados en sus competencias; empero, si algo es determinante en este proceso, es la mentalidad, el buscar a toda costa ganar y desafortunadamente ese chip, el mexicano lo tiene algo empolvado y para muestras adicionales a estos decepcionantes Juegos Olímpicos, tenemos la Copa Oro, que dicho sea de paso, y advirtiendo de antemano que uno de mis deportes preferidos es el futbol, claramente es la prueba mas contundente de lo que significa FRACASO; siempre se le apoya mucho pero mucho más que a cualquier federación, existen campos de futbol regados por todo el país, es el deporte más practicado no solo en México, sino en el mundo entero, es el más barato para comprar su equipamiento y sin embargo, recibe carrilladas de dinero que no reditúan, ni redituarán en lo más mínimo, jamás seremos potencia, nunca ganaremos un mundial, pero el circo que nos presenta es fascinante y mantiene una esperanza de “algún día seremos los mejores”, mientras existen deportistas que deben pagar sus propios vuelos para participar en una Olimpiada, ser dignos competidores y hasta hacernos el favor de ganar una medalla; es el mundo al revés.

Algunos estudios publicados sobre este tema los pueden encontrar aquí:

Muchas gracias a los atletas mexicanos de alto rendimiento porque a pesar de tener todo en contra, nos brindan alegrías inmerecidas.

DATO CULTURAL.

Un día como hoy en 843, el imperio de Carlomagno finaliza la Guerra Civil Carolingia con el “Tratado de Verdún” con el que reparte el territorio europeo entre sus tres nietos y comenzará la era del viejo continente con los países cercano a cmo lo conocemos ahora; en 1557, en Francia, se presenta el conflicto bélico entre las fuerzas españolas y francesas en la Batalla de San Quintín, donde los primeros saldrían victoriosos y en memoria de dicho conflicto armado el rey Felipe II construiría el Monasterio de El Escorial; en 1814, nace en Frankfurt am Main, Alemania, el empresario y boticario suizo Henri Nestlé fundador de la mayor compañía de alimentos del mundo; en 1897, el joven químico alemán Felix Hoffman proporcionaría al mundo el ácido acetilsalicílico que ha curado los dolores de cabeza en todo el planeta; en 1983, en el mar del norte, frente a las costas de la Isla de Helgoland, la organización ambientalista Greenpeace impide al consorcio químico Kronos Titan, verter ácido al mar.

Espero tus comentarios en el correo vmrf@aperturaintelectual.com y recuerda qué en este espacio, las críticas no son bienvenidas, SON NECESARIAS.

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