
Por: Luis Felipe Aguilar Palafox
El pasado sábado 28 de mayo se llevó a cabo en París, la final del torneo de clubes más importante del mundo, la UEFA Champions League.
El resultado del partido trajo la decimocuarta “orejona” para los merengues, que a pesar de ser dominados casi el todo el partido por el Liverpool, supo aprovechar una jugada para marcar la diferencia de 1 a 0.
Este título los “merengues” se lo deben en gran medida al portero belga Thibaut Courtois, quien detuvo toda oportunidad que el equipo inglés pudo generar claramente.
A diferencia de otras ediciones, poco se tiene que decir de un arbitraje favorable al equipo blanco, que durante el torneo demostró que está hecho para jugar este torneo.
El torneo será recordado más que por el título obtenido, por la forma en que el Madrid pasó cada ronda de eliminación directa, siendo superado en los 180 minutos, pero mostrando mucha garra y pundonor en los cierres de las eliminatorias para dejar tendidos a sus rivales.
Así llegó el conjunto de la capital de España a disputar la final:
Octavos de final.
El destino puso cara a cara al Madrid contra uno de sus grandes rivales muy rápido en el torneo, Lionel Messi ahora con el PSG.
El partido de ida se llevó a cabo en el Parque de los Príncipes, casa del París Saint Germain, y el resultado fue de 1 a 0 para los parisinos.
En el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu, el París se fue al frente con gol de Mbappé al minuto 39 poniendo así un 2 a 0 global que parecía lapidario.
Cabe hacer mención que para esta edición no contó el gol de visitante como criterio de desempate, por lo que el Madrid necesitaba 2 goles en 51 minutos.
El técnico del PSG, Mauricio Pochettino, decidió echar a su equipo atrás para el segundo tiempo y defender la ventaja, situación que le cobró factura.
Un gol de Benzemá al minuto 16 del segundo tiempo vuelve loco al estadio y hace que se meta de lleno en la eliminatoria, logrando el empate global a los 31 minutos y la voltereta a los 33 del mismo segundo tiempo, de nueva cuenta producto del goleador francés.
Cuartos de final.
La historia parecía diferente cuando el Madrid venció en el partido como visitante en Stanford Bridge al Chelsea.
Sin embargo, el conjunto inglés hizo un gran partido a la hora de pagar la visita y con goles de Mount, Rüdiger y Werner, los “blues” le dieron la vuelta al marcador global poniendo a su equipo arriba por 4 a 3.
Aquí apareció un héroe que nadie esperaba, Rodrygo entró de cambio en un intento desesperado por su técnico y logró el empate a 10 minutos del final.
En tiempos extras un gol de Benzemá le termina dando el pase a los “merengues”.
Semifinal.
Parecía el año en que Pep Guardiola podía hacer campeón a su Manchester City pero el destino y un pésimo manejo de partido dijeron lo contrario.
El conjunto inglés se llevó la victoria como local por 4 a 3 en Etihad Stadium y aún así se animaron a salir a atacar al Madrid en el partido de vuelta, situación que rinde frutos al anotar el 5 a 3 global por conducto de Mahrez al minuto 73 de tiempo corrido.
De nuevo el héroe desconocido se hace presente entrando de cambio y marcando en el minuto 90 y 91 los 2 goles que necesitaba el Madrid para seguir con vida.
El City se vino abajo y no pudo mantener el ritmo en los tiempos extra, y de nueva cuenta Benzemá le dio el gol a su equipo esta vez para pasar a la final.
Honor a quien honor merece.
Sin lugar a duda, el Real Madrid no fue el mejor equipo en términos futbolísticos en esta edición de la Champions.
Es claro que dependió de la actuación de su portero, de la puntería de un killer y de muchas situaciones que podemos catalogar como milagrosas.
También influye el equipo rival, en 3 ocasiones no supieron terminar con una eliminatoria que parecía liquidada.
Pero el ADN del Madrid le dio para nunca darse por vencido y coronarse campeón del prestigioso torneo.
Twitter @aguilarpalafox
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