¿Qué es la traición a la patria? Delito o arma política

Por: Luis Roberto Peralta Hernández

A lo largo del presente sexenio, el titular del Ejecutivo Federal ha realizado en múltiples ocasiones manifestaciones relacionadas con que diversos actores, principalmente de la política mexicana, deberán ser señalados como traidores a la patria. Sin embargo, estimado lector, el motivo de la presente colaboración es abordar qué es y en qué consiste este concepto.

Pues bien, en primer término es necesario delimitar que la traición a la patria desde la perspectiva de la legislación mexicana es considerado como un delito.

El delito es definido tanto como por la legislación mexicana como por la doctrina de diversas formas, entre ellas: Es una conducta típica, antijurídica, culpable y punible regulada por la legislación penal.

De dicha definición advertimos los elementos que se han de presentar para que una persona pueda cometer un delito. Sin entrar a detalles de carácter técnico, la conductas es un hacer o no hacer algo por parte de una persona, es típica porque existe dentro de la legislación penal una descripción de conjunto de condiciones que se deben presentar para que considere como delito, es culpable y punible porque es atribuida a una persona además de estar provista de una sanción plasmada de igualmente dentro de la ley.

De manera general podemos advertir entonces, que el delito es aquella descripción realizada por el poder legislativo en que se describen las conductas que una persona puede desplegar y que se consideran como negativas, no deseables o incompatibles con lo que debería de hacerse dentro de la sociedad y que, por ende deberán ser perseguidas y castigadas por parte del estado y sus autoridades.

Ahora bien, dentro de la historia de nuestro país, prácticamente desde el nacimiento de éste hemos estado inmersos en la figura de la traición a la patria puesto que, fue al mismo Agustín de Iturbide a quien nuestro país como nación independiente se le acusó, quizás por primera vez de éste delito.

Así a lo largo de la historia de México podemos encontrar cientos de casos en los cuales, se ha llegado al punto de aplicar “la ley” privando de la vida a quienes traicionan a la patria, desterrados, fusilados, ejecutados, etc, bajo el argumento de que traicionan los ideales de los gobiernos en turno, muchas veces sin fundamento. Sin embargo, es importante reflexionar acerca del verdadero fin que se debe o se debería de perseguir con ésta figura delictiva. En muchas ocasiones, hemos visto como este delito va más encaminado a perseguir situaciones de conveniencia o quizás cabría decir, inconveniencia política por parte del gobierno en turno para combatir a quienes poseen una ideología diferente a ellos o a su política de gobierno.

En los últimos tiempos, además de la constante retahíla de acusaciones injustificadas y absurdas que de manera verbal sin el debido acompañamiento jurídico ha sido efectuada por parte del Presidente de la República y de las huestes del partido en el poder podemos encontrar en la historia del México reciente en relación a éste delito:

En febrero del año 2014 Andrés Manuel López Obrador acusó al entonces Presidente de la República Enrique Peña Nieto.

En marzo de 2021 fue presentada una denuncia ante la Fiscalía General de la República por éste delito en contra del ex Presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.

En agosto de 2021, se acusó al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles por denunciar al estado fallido de nuestro país ante instancias internacionales.

La legislación mexicana, hasta hace no muchos años, consideraba al delito de traición a la patria como uno de los pocos casos en que ese podría aplicar la pena de muerte a quien lo cometiera, en la actualidad las sanciones o castigos que se contemplan para éste delito de acuerdo con el código penal federal van de los dos a los cuarenta años de prisión.

Dentro de las conductas que se habrán de presentar para configurar la existencia de éste delito encontramos a quien:

Realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero; Tome parte en actos de hostilidad en contra de la Nación, mediante acciones bélicas a las órdenes de un Estado extranjero o coopere con éste en alguna forma que pueda perjudicar a México; Forme parte de grupos armados dirigidos o asesorados por extranjeros; organizados dentro o fuera del país, cuando tengan por finalidad atentar contra la independencia de la República, su soberanía, su libertad o su integridad territorial o invadir el territorio nacional; Destruya o quite dolosamente las señales que marcan los límites del territorio nacional, o haga que se confundan, siempre que ello origine conflicto a la República, o ésta se halle en estado de guerra; Reclute gente para hacer la guerra a México, con la ayuda o bajo la protección de un gobierno extranjero; Tenga, en tiempos de paz o de guerra, relación o inteligencia con persona, grupo o gobierno extranjeros o le dé instrucciones, información o consejos, con objeto de guiar a una posible invasión del territorio nacional o de alterar la paz interior; entre otras.

Como podemos apreciar, el quien: “Realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero”; la que sustenta los dichos del Presidente pero como también como ya fue descrito anteriormente, la redacción de ésta parte de la legislación, es lo que quizás más se acerca lo que pretende ejemplificar López Obrador, sin embargo es, del mismo modo, la que más deja a interpretación de los gobiernos en turno que o quienes estén en contra de su política de gobierno.

Hablar conceptualmente de traición a la patria reviste, a entender de quien esto escribe, algo que va más allá, es en esencia, lo peor que un ciudadano puede hacer hacia su nación. Todos los que integran y viven honestamente dentro de un país trabajamos y nos esforzamos para ser mejores cada día, tratar de que nuestro país prospere, sentirse orgulloso de su nación no sólo es en los mundiales de fútbol o en justas deportivas en donde “algunos nos representan”. 

Traición a la patria también implica el no responder a las necesidades y reclamos sociales, no representar dignamente al país en intervenciones internacionales, burlarse de la desgracias de los paisanos, ser valentón más no valiente ante las cuestiones de interés nacional.

La división y la polarización de la sociedad no es el camino para el cambio, del mismo modo que la constante acusación por móviles políticos tampoco producen buenos resultados. La ley ha servir para guiar las conductas sociales para el mejoramiento de la sociedad no para amenazar las acciones o tratar de minar las opiniones de los demás.

“La nación está dividida, la mitad patriotas y mitad traidores, y nadie puede diferenciarlos”

Mark Twain

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