Circunstancia de encontrar por casualidad algo que no se buscaba.
Por: Susana Dumit Garciarreal
Pienso que a muchas personas, si no es que a todas, les ha pasado lo mismo que a mí sobre encontrarle sentido a la palabra serendipia, tal vez la clave está en la sensibilidad con la que miramos la vida diaria.
Desde que soy mamá me volví más perceptiva, recuerdo mucho una de las pláticas que tuve con mi querida Martha (asisto con ella a sesiones de tanatología desde hace algunos años, pero nos conocemos desde muchos muchos años atrás) donde me comentaba que cuando una persona esta viviendo un duelo realmente todo está a flor de piel, por ejemplo, en mis noches de cansancio extremo de ese que te duele hasta el alma, varias veces sentí un abrazo cálido lleno de calma, me llegaban respuestas que pedía tal vez desde la intuición y para mí son señales “serendipiosas”.
Pero también en este camino he encontrado la magia representada en personas que llegan en el momento justo y necesario a mi vida; y este artículo lo quiero dedicar a todas ellas.
Quiero dar gracias a todas las personas que han estado en mi vida, no importa la cantidad de tiempo que hayamos coincidido, porque han dejado algo en mí.
Me siento afortunada de tener una hermosa red de apoyo constituida por mi familia (como pilares de mi vida) y mis amigos. Doy gracias por haber elegido a los médicos y terapeutas que han tratado con tanto amor y cuidado a mis hijos, porque si algo me ha quedado claro es lo difícil y doloroso que puede ser para ellos dar una mala noticia o un diagnóstico no curable. Gracias a las personas que me ayudan en casa todos los días porque se han convertido en unos ángeles que nos cuidan a mis hijos y a mí. Las maestras de mis hijos han sido un gran apoyo para nosotros por educar y saber contener cuando ha sido necesario. Gracias a la vida he conocido maravillosas mamis que viven realidades muy parecidas, pero nos reconocemos entre nosotras con amor, empatía y admiración.
Cuando tenemos claro el por qué o para qué sabremos manejar el cómo, pero sin frustrarnos a estas preguntas en el momento adecuado lograremos entender las respuestas, que no siempre son de manera inmediata. Pienso que todo lo que he vivido (y lo que me falta por vivir, crecer y aprender) ha sido para lo que ahora soy, hace años jamás imaginé encontrarme hoy escribiendo para ustedes mis queridos lectores, platicando un poco sobre mí y mi maternidad con el objetivo de acompañarlos y desde mi verdad darles un apapacho.
“Recuerda que algunas veces los milagros, son personas”
Si deseas compartirme tus experiencias o tienes alguna pregunta escríbeme al correo susanadg@aperturaintelectual.com y con gusto te responderé.
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Susy, una persona es grande, muy grande cuando se es agradecida.
Saludos.
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