
14 DE MARZO DE 2023 | 12 de marzo se tituló “Everything everywhere all at once” |
POR: VÍCTOR MANUEL REYES FERRIZ
La noche del domingo pasado, presenciamos la 95ª entrega de los Premios de la Academia, una ceremonia que desafortunadamente ha ido perdiendo fuerza, impacto e incluso en ocasiones hasta credibilidad, donde en las dos anteriores ediciones se vio, como el resto del mundo, afectada para su realización debido a la pandemia que nos azotó; empero, más allá de haber sufrido la problemática logística de los asistentes, mantener las reglas de la sana distancia, nos mostró una debilidad que no ha podido corregir y es el formato, que a pesar de haberse modificado para este año 2023 con la intención de volverlo ágil, entretenida con un acceso fácil para los espectadores, lo único que se consiguió es un “programa” soso, sin fuerza, pintoresco y frágil que ha orillado a tan importante premiación a dejar de ser la cereza del pastel en cualquier transmisión televisiva, y es que recordemos que en anteriores entregas, se ha ido confirmando que el rating baja año con año de manera considerable.
Parece innegable la afirmación de que la industria fílmica se encuentra en uno de sus peores momentos, no precisamente por la falta de contenido sino más bien por enfrentarse cada vez más, con una mayor cantidad de plataformas digitales que pueden, quieren y se esmeran en producir mejores cortometrajes, largometrajes, cintas de animación o de corte infantil, dramático, de novela, en fin, de toda clase de géneros que, de manera habitual, estábamos, hasta hace algunos años, acostumbrados a recibir de manera exclusiva en las pantallas grandes; sin embargo, esta democratización, si es que aplica el término, en la distribución de materiales audiovisuales ha permitido a pequeñas compañías luchar de tú a tú con las grandes productoras, pero también ha abierto una brecha significativa en cuanto a la temática, porque si bien es cierto que las grandes casas productoras parecen seguir apostando por contenidos “taquilleros”, existen todavía algunas que mantienen esa convicción de crear material de valor por lo que ya quedará en el espectador la decisión de escoger qué prefiere hacer, si “perder” o «invertir” tanto tiempo como dinero en “X” o “Y” producción.
Entre los meses de diciembre del 2022 y principios de enero 2023, la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas fue presentando diversas listas que mostraban las películas elegibles que contenderían por la preciada estatuilla en cada una de sus diferentes categorías, que en esta ocasión fueron 23, y de estos listados preliminares se invitarían a los miembros de cada rama para elegir las 5 finalistas que buscarían consagrarse al recibir el Oscar, de tal suerte que el 9 de enero fueron elegibles 398 producciones provenientes de 93 países incluyendo los Estados Unidos de Norteamérica para competir en todas las categorías; dicho sea de paso, en realidad fueron 344 ya que algunas se duplicaban por competir en varias categorías, de estas producciones se catalogaron 301 largometrajes y 97 cortometrajes, las cuales pasaron por un proceso de selección para que únicamente en la noche de la entrega pudiéramos escuchar como nominadas a 54 de ellas. Ahora bien, en principio de cuentas, la lista de producciones elegibles no representa la totalidad de trabajos realizados en el año anterior ya que como pudimos ver fueron elegidos algunos trabajos porque sería imposible revisar todo lo hecho durante el año anterior; empero, algo que debemos resaltar de la Academia es que año con año ha permitido que producciones de otros países fuera del suyo, puedan contender por los Oscares más deseados que se resumen en “Mejor Actriz”, “Mejor Actor” y “Mejor Película”.
En este tenor, de las tres categorías antes mencionadas, la cinta “Everything Everywhere All at Once” escrita y dirigida por los “Daniel´s” (Daniel Kwan y Daniel Scheinert) obtuvo dos de las tres, pero no fueron las únicas estatuillas que obtuvo esta producción ya que de 11 nominaciones obtuvo 7 por lo que definitivamente fue la gran ganadora de la noche y que resulta bastante contradictorio al fenómeno que de manera habitual se conduce la Academia al premiar las grandes taquillas porque este largometraje que recae sobre géneros de ciencia ficción, fantasía, aventura o comedia, tuvo una recaudación de 100 mdd, muy por debajo de producciones como “Avatar: The Way of Water” contra la que compitió en la máxima categoría, la cual alcanzó una cantidad exorbitante que superó los 2,200 mdd y que fue nominada en 4 ocasiones para únicamente conseguir el Oscar en la categoría de “Efectos Especiales”.
La contra parte de esta entrega, fueron “The Banshees of Inisherin”, “Elvis” y “The Fabelmans” que fueron nominadas a 9, 8 y 7 premios respectivamente sin conseguir ninguno, y es precisamente en este punto donde quiero centrar el tema de hoy, porque desafortunadamente para estas producciones, según cifras de sitios especializados en la industria cinematográfica, no fue redituable el gran esfuerzo realizado ya que exceptuando a “Elvis” las otras dos y algunas más que participaron en esta última entrega de los Oscares, perdieron no solo tiempo sino también dinero que es por supuesto para lo que se trabaja y esto impacta directamente en el bolsillo de muchas familias, y tal vez tenga una percepción errónea, es muy seguro, pero me parece que esta necesidad ambiciosa del ser humano por querer más, nos está dañando; me explico mejor. Con la aparición de tantas plataformas de streaming, la facilidad de encontrar contenido en internet en tiempo real, videos y demás material audiovisual en redes sociales, es natural que los contenidos sean diversificados por lo que tanta opción impacta directamente en la calidad de lo que recibimos como espectadores, ojo, no me refiero a que las producciones antes mencionadas tengan buena o mala calidad sino que nos hemos convertido en receptores de cualquier cantidad de mal contenido que cuando se presenta algo de calidad no lo sabemos valorar y peor aún, que no analizamos el trabajo que existe detrás de todo ello, lo que me parece abrumador que producciones como éstas pierdan dinero cuando influencers o youtubers obtengan ingresos totalmente desproporcionados en relación al trabajo que realizan ambos.
Finalmente, me resulta bastante triste que una industria como la cinematográfica se encuentre envuelta en tanta problemática ya sea en el rubro económico o social porque podremos decir misa, pero no existe nada que se le compare a poder ver y disfrutar una producción en la pantalla grande.
DATO CULTURAL.
Un día como hoy en 1879, nacía en la localidad de Ulm, Alemania, el catedrático, científico, diplomático, físico, inventor, matemático y en general la mente más brillante conocida, Albert Einstein. Hijo de Hermann Einstein y de Pauline Koch, judíos provenientes de Suabia; a este enorme personaje se le debe, entre muchas otras cosas, nada más ni nada menos que la “Teoría de la Relatividad”, la cual, reformuló completamente el concepto de la gravedad; en 1883, fallecía en Londres, Inglaterra, el abogado alemán, economista filósofo, fundamentalista, historiador, pensador, periodista y considerado como el padre del “Socialismo Científico”, Karl Heinrich Marx, cuyas obras cumbre son “El Capital” (1867) y por supuesto el “Manifiesto Comunista” (1848); en 1931, en Bombay, India, se proyecta en el cine “Majestic”, el primer largometraje de producción India bajo la dirección de Ardeshir Irani que presentó sonido, este filme fue ”Alam Ara” (The light of the world), la cual, sería la punta de lanza para la creación del denominado cine de “Bollywood”.
Espero tus comentarios en el correo vmrf@aperturaintelectual.com y recuerda que en este espacio, las críticas no son bienvenidas, SON NECESARIAS.
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