Por: Susana Dumit Garciarreal
No creo que sea necesario tener una situación difícil en la vida para poder orar, meditar o rezar, estoy casi segura, por lo que me ha tocado vivir es muy importante creer en algo que nos sirva como báculo en el camino de la vida.
Confiar en una fuerza superior nos hace más humildes, nos ayuda por ocasiones a no perder el rumbo, a encontrar claridad, a sentir un poco de calidez interior. Si todos fuéramos conscientes de que Dios vive en cada uno de nosotros, tendríamos la capacidad de ser más humanos. No estoy tocando un tema religioso, cada uno cree en su propia fuerza.
Como humanos muchas veces o casi siempre queremos encontrar respuestas milagrosas, para tratar de entender el por qué de las cosas, pero realmente hay muchas situaciones que no tienen respuesta y tampoco te llega nada del universo como varita mágica. Realmente nosotros tenemos el poder de hacer que las cosas sucedan porque al moverte encontrarás esas respuestas y aprender o entender las consecuencias de las decisiones que tomamos.
Sin embargo yo sí creo que existe esa fuerza superior, y se manifiesta de muchas maneras, una de ellas es el amor, no hablo del amor romántico, sino del amor que te hace ser cada día mejor. Por supuesto que también llega en hechos o personas que jamás imaginaste encontrar.
“Recuerda que algunas veces los milagros, son personas”
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