
Por: Luis Felipe Aguilar Palafox
México hizo historia al terminar en la tercera posición de la última edición del Clásico Mundial de Baseball, logrando así su mejor actuación en este evento.
Un equipo plagado de grandes jugadores, con experiencia en Grandes Ligas, pero hay alguien que se robó el corazón no sólo del público mexicano, sino de la afición en general.
Randy Arozarena tuvo una actuación impactante, siendo la figura del equipo mexicano y ahora se ha convertido en un ídolo nacional.

Además de su gran juego tanto a la ofensiva como a la defensiva, la historia de “Randyberto”, como algunos lo han llamado, termina de envolver al nuevo ídolo.
El jardinero izquierdo es cubano de nacimiento y tiene 27 años, y hoy milita en los Rays de Tampa Bay en las Grandes Ligas.

Incluso en la temporada 2020, que era su segunda campaña con los Rays, estuvo cerca de ser campeón con el equipo de Florida que fue derrotado por los Dodgers de Los Angeles.
En la Serie Mundial tuvo una actuación de 10 cuadrangulares, 14 carreras impulsadas y .377 de porcentaje de bateo, situación que le hizo a acreedor al premio “Babe Ruth” a pesar de que su equipo no ganó dicha serie.
Pero antes de llegar a la mejor liga del mundo, Randy militó por breves periodos en la Liga de Mérida de invierno y la Liga Norte de México (ligas semiprofesionales), lo que lo llevó a luego jugar en la Liga Mexicana del Pacífico para los Toros de Tijuana y después para los Mayos de Navojoa.

Todo ese trabajo se capitalizó al poder debutar en Grandes Ligas en el 2019 con los Cardenales de San Luis, y en 19 juegos pudo demostrar su potencial para que Tampa Bay lo fichara el siguiente año.
Randy huyó de Cuba en 2015 cuando militaba en los Vaqueros de Pinar del Río, después de ser aislado de la Serie del Caribe porque se tenía miedo a que desertara de su país, así que estuvo 8 horas en una lancha para finalmente llegar a Isla Mujeres.
Ya en México, Arozarena pudo hacer su carrera profesional y empezar su familia; situación que lo hace sentir más mexicano que algunos otros.
Incluso, su hermano Raiko, también llegó a México, pero él eligió el futbol y logró ser portero titular para los Venados de Mérida en 2018 y 2019 en la Liga de Expansión.
Esto llevó a Raiko a ser el primer jugador cubano en jugar en una liga en México, incluso también lo hizo para los Cafetaleros de Tapachula en el 2021.
Todo esto lo llevó a pedir de forma expresa al presidente de la República, apoyo para acelerar su proceso de naturalización, el cual concluyó el 22 de abril de 2022, por lo que ahora es todo un mexicano con derechos y obligaciones.
Randy hoy es una estrella de las Grandes Ligas, pero su sueño es poder jugar los Juegos Olímpicos con México.
Twitter @aguilarpalafox
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