Por: Susana Dumit Garciarreal
La mayoría de las veces digo necesito vacaciones de las vacaciones.
Creo que las pocas ocasiones que pude decir sinceramente: ¡¡¡yeiiii ya son vacaciones!!! fue durante la pandemia, porque estar con mi hijo en clases virtuales fue muy estresante para mí, realmente estaba muy pequeño, estaba en segundo de preescolar, ¿Cómo le haces entender a un pequeño que tiene que estar poniendo atención y seguir las reglas de no abrir micrófono para platicar de cualquier cosa menos de la clase?, la vida privada de la casa se terminó en esos años, por supuesto que pasaron muchas cosas graciosas por la misma inocencia de mi hijo que jamás olvidaré. Pero al mismo tiempo valoré más que nunca el trabajo de las maestras.
Realmente no recuerdo una temporada de vacaciones (desde que soy mamá) que pueda decir: que rico descanso, porque si tienes planes para salir a algún lugar, preparar maletas (yo en lo personal tengo que hacer lista para que no me falte nada sobre todo de mi hijo mayor), medicamentos, pañales, comida especial, juguetes, etc etc, para mí ya implica un estrés.
Si te quedas en casa durante las vacaciones tampoco significa descanso, los niños están en casa todo el día, quieren comer todo el tiempo, están aburridos, por ratos hay entretenimiento con juegos de mesa, película con palomitas y el jardín. Puede ser que no tengamos la prisa de todos los días para llegar a tiempo a la escuela, y aunque trato de mantener la misma rutina de sueño, no es lo mismo.
Mi caso tal vez sea muy particular, pero realmente no imagino a las mamás que tienen que seguir trabajando en horario de oficina teniendo a los hijos en casa, más las tareas del hogar que nunca terminan, mi admiración para ellas siempre.
“Recuerda que algunas veces los milagros, son personas”
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