Por: Víctor Manuel Reyes Ferriz.
Este fin de semana pasado, asistí a una reunión donde el espíritu navideño y la paz que se vive en esta época se hizo presente y los que nos estábamos ahí tuvimos la oportunidad de revivir una tradición que por lo menos en mi familia se ha perdido desde hace algunos años, me refiero a las posadas.
Recuerdo que hace algunos años, mi madre solía hacer el ritual completo de las posadas navideñas, y nos reuníamos todos los familiares para celebrarlo, romper la piñata y prepararnos para la llegada del niño Jesús; sin embargo, estas tradiciones se han ido perdiendo y supongo que es porque al ir creciendo los integrantes de la familia vamos adquiriendo compromisos con compañeros de trabajo, amigos o incluso con los familiares de las parejas o esposas y esto hace que el tiempo con la familia se vaya reduciendo, empero, me parece que este tipo de convivencias y tradiciones son muy importantes para mantener la unión y reafirmar nuestras creencias, pero sobre todo para inculcarlas en los integrantes más pequeños.
El tema de las posadas en nuestro México, es tan antiguo como nuestra época como país conquistado, ya que se remontan a los años de la civilización azteca que hacían un ritual para venerar a su dios Quetzalcóatl, donde cuarenta días antes del solsticio de invierno que era cuando éste bajaba a visitarlos, se realizaban actividades como comprar a un esclavo y vestirlo con las ropas del mismo dios, no sin antes bañarlo y lo ponían a cantar y bailar; todo esto se hacía por que tenían la creencia que ese día, su dios bajaba como el viejo sol y se convertiría en el nuevo, y hacían sacrificios humanos para ofrecer el corazón de éstos a la luna, y nueve días antes de que esto sucediera se realizaban festejos por las noches, donde algunos sacerdotes viejos se humillaban ante él para honrarlo.
No solo en este mes se veneraba a Quetzalcóatl, sino también, a su otro dios principal que era Huitzilopochtli y que dicho festejo comenzaba el 6 de diciembre y culminaba el 26, es decir, duraba 20 días de los cuales los primeros cuatro eran hacer ayuno y se colocaban una especie de banderas en árboles frutales como símbolo de ofrenda y solicitando una mejor cosecha para la siguiente temporada.
Como podemos ver este hecho fue aprovechado por los evangelizadores para comenzar a introducir las tradiciones cristianas entre la población, y todo sigue siendo de la manera que se hacía en el siglo XVI, solo que con figuras que representan a Cristo, como es el vestir al niño Jesús, realizar nueve días antes del nacimiento las festividades nocturnas que ahora son conocidas como posadas y que es donde se representa el tiempo que recorrieron José y María para encontrar donde pudieran pasar la noche para que el mesías pudiera llegar a este mundo. Al respecto, el origen de las posadas en nuestra nación, se atribuyen al fraile Diego de Soria, quien obtuvo la autorización del Papa Sixto V en el año de 1587, el poder celebrar las llamadas misas de aguinaldo en el poblado de San Agustín Acolman y es en ese momento cuando surgen las tradiciones de los cohetes, las piñatas, los villancicos y las luces de bengala.
Específicamente en el desarrollo de las posadas, es donde la tradición se ha ido modificando y hemos perdido tanto el sentido como nuestras raíces y si bien es cierto que no es una tradición 100% mexicana, también es cierto que ya son tantos siglos que las hemos practicado que deberíamos darle el valor de mantenerlas aunque en algún punto hayan sido impuestas. En este punto quisiera externar una sensación que me sucedió en este fin de semana. A decir verdad su servidor no estaba tan convencido de divulgar y mantener este tipo de tradiciones que fueron modificadas, ya sea por cuestiones religiosas o por el simple hecho de una conquista; sin embargo al haber estado en este evento me pude dar cuenta de cuanta buena vibra existe en estos momentos y lo felices que están todos al estar unidos, pasando buenos momentos en familia, entonces me puse a pensar que no era necesario saber el origen de estos acontecimientos, como tampoco el indagar si son hechos ficticios o no, lo importante es el fin que se busca y la convivencia que genera, así que en verdad ojalá que podamos mantener estas festividades y tradiciones vivas.
Las posadas comienzan el 16 de diciembre para prepararnos a la llegada de Jesús y generalmente se realizan en casas donde los invitados se dividen en dos grupos y se pronuncian unos cánticos simbolizando cuando José y María solicitaban a las personas les pudieran permitir un lugar para pasar la noche y que diera a luz, entonces, estos cánticos se repiten unas cuantas veces hasta hacer la representación de que algunos buenos samaritanos les permiten pasar a su casa, empero, una tradición también es rezar un rosario y probablemente este es el paso que se ha ido evitando y que en verdad es muy agradable y reconfortante.
Cambiando un poco el tema, aunque nos refiramos al mismo evento, este domingo pasado fue el último domingo de adviento que hace referencia al otro punto que mencionaba con anterioridad de las festividades del dios Huitzilopochtli y dura entre 21 y 28 días siendo los 4 domingos antes del 24 de diciembre, el tiempo que dedica a la preparación para esperar el nacimiento de Cristo.
Para este periodo, se coloca en las iglesias y en muchos hogares una corona de pino que contiene cuatro velas, de las cuales, generalmente tres son de color morado y una de color blanco, que se irán prendiendo cada domingo realizándose rezos y leyendo algún pasaje de la biblia, ya que estas 4 semanas son para reflexionar y perdonar. La manera en que funciona la corona de adviento es encender una vela en domingo estando la familia reunida y poder hacer oraciones para prepararse, en las primeras 3 semanas se prenderán las velas de color morado y una semana antes de la navidad se encenderá la vela de color blanco. Esta tradición es mucho más antigua que las posadas en nuestro país, y existe alguna versión que esta corona existía en Europa antes del inicio del cristianismo y que al llegar éste, lo convirtieron en un símbolo religioso para integrar a la población a la religión.
Sea cual sea el origen de nuestras tradiciones o la forma en la que los celebremos, al final del día, lo importante es que dediquemos estas fiestas a lograr ser mejores seres humanos, a convivir con los familiares que no tenemos oportunidad de frecuentar, de externar nuestros sentimientos a los seres queridos y sobre todo a dar gracias, al dios o ser supremo, en el que creamos, por todos los beneficios que hemos recibido durante el año, y que podamos proponernos mejorarlos y cumplirlo en realidad este próximo 2012.
Les deseo una excelente navidad, que la dicha y la paz esté presente en sus hogares, que sus familias se encuentren mas unidas que se costumbre, que no sea únicamente un tiempo de “vacaciones”, que verdaderamente sea un tiempo para dedicarnos calidad de tiempo y por qué no, a los amigos también, visitarlos y poder expresarles nuestros mejores deseos. Feliz navidad y un mejor año que este que se acaba.
Dato Cultural.
Un día como hoy en 1334, el papa Benedicto XII es elegido como sucesor de Juan XXII; en 1810, se edita en México el primer número del periódico insurgente El Despertador Americano; en 1989, el ejército estadounidense invade Panamá para derrocar el gobierno de Manuel Antonio Noriega y reconocer a Guillermo Endara como presidente legítimo; en 1994, se devalúa la moneda 3.5 a 6.5 pesos por dólar, iniciando una gran crisis económica en nuestro país; en 2001, en Argentina, en medio de una crisis social muy fuerte y algunos muertos, Fernando de la Rúa presenta su renuncia como presidente; se conmemora el Día Internacional de la Solidaridad Humana.
Espero sus comentarios y sugerencias al correo lic_reyesferriz@yahoo.com