
29 DE MARZO DE 2022 | ¿Por fin se terminará la eterna guerra de los sexos? |
POR: VÍCTOR MANUEL REYES FERRIZ
Solo bastó que la raza humana pisara este hermoso planeta para que comenzara una de las más antiguas, y en mi opinión más absurdas, batallas que confronta a la mujer CONTRA el hombre y/o viceversa, ese intento de supremacía que nada bueno puede dejar y que, por el contrario, solamente remarca las enormes diferencias que se tiene de manera biológica en cuanto a género nos referimos, empero tal vez, y solo tal vez, esto podría terminar con un desenlace que no sería el esperado.
Por supuesto que no podemos intentar tapar el sol con un solo dedo, las diferencias biológicas han “permitido”, malamente interpretado, que existan diferencias en cuanto a los derechos y obligaciones, pero no es menester de este espacio, en esta ocasión, hablar de ello, simplemente recalcaré que por supuesto que estoy en contra de dichas segregaciones y por supuesto que me inclinaré siempre por una equidad e igualdad entre los géneros; sin embargo, el tema de hoy se centra únicamente en temas biológicos, donde durante siglos a la mujer se le llegó a denominar como el “sexo débil” y definitivamente con los nuevos estudios, avances tecnológicos y las conclusiones que podré presentar, este concepto quedará eliminado por completo.
Regresémonos un poco a las aulas de la educación básica, donde a todos nos enseñaron en aquellas materias tanto de Biología como de Educación Sexual que los seres humanos estamos conformados por 23 pares de cromosomas, de los cuales 22 son llamados autosomas y el par restante es el denominado “cromosoma sexual” que es diferente entre hombres y mujeres, es decir, en las mujeres estará integrado por dos cromosomas “X” mientras que en el hombre sería un cromosoma “X” y uno “Y”, siendo en teoría la única diferencia biológica que deberíamos tener los seres humanos, y que a lo largo del periodo de gestación realizarán las tareas necesarias para que al nacer, nuestro sexo se encuentre definido físicamente. Bueno pues existen algunos científicos que coinciden que esto podría desaparecer más pronto de lo que esperamos, y es que si bien el sexo es la herramienta con la que ha contado la humanidad para su subsistencia, es esa misma, la que se ha ido encargando de eliminarla y les intentaré explicar el por qué.
Intentaré ejemplificar esto de la manera que a mi parecer sería más sencillo. Visualicemos dos torres de “jenga” (los palitos de madera del juego de mesa), ambas torres están ordenadas de la misma manera, con las mismas dimensiones, cantidad de maderos, grosor, espesor y tamaño, eso representaría las cadenas del par cromosómico sexual de las “X” o sea la mujer y que mediante el rompimiento de las cadenas genéticas del ADN se van fragmentando y utilizando los genes más aptos y desarrollados, por lo tanto, cuando se encuentra uno que es débil o no es suficientemente apto, es remplazado para crear una sola cadena muy fuerte, pero este proceso puede darse gracias a que ambas “torres” son idénticas, situación que por supuesto no es posible en el hombre porque una de ellas es “X” y la otra es “Y”, de tal suerte que en principio esto supondría que existe el doble de posibilidades de nacer siendo mujer que hombre; sin embargo, no es la primicia, aunque según cifras estimadas hasta el 2020 (desafortunadamente por la pandemia no debemos tomar cifras posteriores por su falta de veracidad) el total de mujeres alrededor del mundo era de 3’847,095,760 contra 3’831,514,800 hombres lo que hace que los porcentajes sean extremadamente cerrados, siendo un 50.1% contra un 49.9% respectivamente.
Ahora bien, si consideramos que realmente no influye esta variación en cuanto a la definición del sexo, agreguemos un elemento adicional, y es que, si la “torre” de las “Y” del hombre no tiene forma de intercalarse con otra igual, lo que va sucediendo generación tras generación es que genéticamente el sexo “masculino” se va debilitando, por lo que algunos expertos visualizan que en una buena cantidad de años, el sexo masculino podría desaparecer; empero, esto nos vuelca a unas interrogantes aun mayores, y es que ¿Las relaciones sexuales tal y como las conocemos, tendrán que cambiar?, ¿Terminará por extinguirse la raza humana? ¿La ciencia terminará por imponerse a la moral para crear humanos desde cero?, y muchas otras más, pero quiero basarme tanto en el tema moral como en los avances científicos.
En primer término, podemos percatarnos que definitivamente eso del “sexo débil” podemos irlo borrando completamente de nuestras cabezas porque si hay un sexo que puede permanecer eternamente es el femenino, y si le sumamos que con los avances tecnológicos los hombres podemos ser absolutamente innecesarios, pues estamos fritos. Para sustentar lo anterior comenzaré por citar lo sucedido en la mancomunidad de Australia, específicamente en New South Wales (NSW), donde las autoridades ecológicas encargaron a los científicos Nick Otway, así como a la bióloga marina Megan Storrie, realizar trabajos de investigación para la conservación y recuperación de la población del tiburón toro que se encuentra en grave peligro de extinción, por lo que produjeron un útero artificial para crearlos genéticamente. Este programa comenzó experimentando con la especie del tiburón wobbegong que no se encontraba en peligro de extinción y se aplicó finalmente a la especie del toro en el 2006; otro ejemplo del cómo los avances científicos y tecnológicos nos ayudan a mantener viva la especie, la encontramos en las investigaciones de la Profesora Emérita y Genetista de la Academia Australiana de Ciencias, Jennifer A Marshall Graves, quien dentro de sus múltiples reconocimientos y publicaciones ha hecho especial énfasis en el reciclado del gen “Y” para mantener vivo al hombre, me refiero al género masculino, quien basa su investigación en lo realizado por el doctor Shinya Yamanaka que obtuvo el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 2006 «por el descubrimiento de que las células maduras pueden reprogramarse para convertirse en pluripotentes» lo que significa que es posible reprogramar nuestras células para llegar a un primer momento y extraer un espermatozoide de “una mujer” o un óvulo “de un hombre”, así como se oye; en palabras simplistas, al regresar nuestras células hasta su comienzo pueden separarse perfectamente estos cromosomas y son extraídos de células de la piel.
Ante estos descubrimientos y avances, al menos a su servidor le explota el cerebro, porque cambiarán el significado de paternidad; me explico. Hasta ahora dicho término involucra tanto la reproducción, crianza hasta llegar al punto psicosocial respecto a la figura del hombre con relación a sus hijas o hijos, de tal suerte que, si el “padre” de algún menor es producto de estos avances científicos sería muy probable que provenga de células pertenecientes a una mujer por lo cual, el término ya no sería adecuado; empero, eso no es todo, el proceso reproductivo puede ser incluso de 3 o más personas ya que otro científico llamado Douglass Turnbull en Newcastle, Reino Unido ha conseguido mejorar lo realizado por el investigador clínico experto en embriología Jacques Cohen, quien en la década de los ‘90s expuso una técnica de transferencia citoplásmica en Estados Unidos, pero ahora “Doug” ha encontrado la manera que de un óvulo fecundado se pueda extraer el núcleo para ser depositado en un embrión de una donadora, esto es, dentro de las células, la mitocondria es la encargada de generar la energía requerida para que toda célula pueda desarrollarse entonces si el ambiente mitocondrial no es óptimo, esa célula se desarrollará con enfermedades y debilidades por lo que migrarlo a uno en perfectas condiciones le facilitará el desarrollo y maximizará exponencialmente sus características; esto ya es una realidad, el primer bebé nacido bajo esta técnica de genes de 3 padres se dio en 2016.
Pensemos por un momento en aquella discusión que se presentó hace algunos años donde se acuñó el término “bebés de diseño”, quienes mediante la reproducción in vitro podrían ser creados sin enfermedades, anomalías, deficiencias etc., con lo que estaríamos en el supuesto de la “creación de súper hombres” así que, a mi parecer, esto ya superaría cualquier circunstancia ética o moral, que por supuesto que lo rebasaría, pero nos encontraríamos en una división aun más marcada entre “razas superiores” porque aquellos que no tengan dicha posibilidad estarían esperanzados (como sucede hoy en día) a que su hija o hijo pueda tener las mejores capacidades ya sean físicas, intelectuales o sociales para sobre salir en una sociedad que ya cuenta con personajes que desde la probeta lo tienen garantizado. Por lo tanto, retomo lo expresado en una colaboración anterior «¿Tecnología de vanguardia o jugamos a ser Dios?».
Es para pensarlo bastante.
DATO CULTURAL.
Un día como hoy en 1871, en Londres, Inglaterra, se inaugura uno de los recintos culturales más importantes del mundo, el “Royal Albert Hall”, el cual, inicialmente tendría el nombre “The Central Hall of Arts and Sciences” designado por el rey Alberto de Sajona; sin embargo, falleció sin siquiera poder colocar la primera piedra, este recinto tiene una capacidad de 5,272 espectadores y ha sido sede de los mejores espectáculos culturales y deportivos; en 1974, en Xi’an, China, un grupo de granjeros realizan uno de los mayores descubrimientos arqueológicos al hallar a los famosos “Guerreros Terracota” que la UNESCO denominaría como “Patrimonio de la Humanidad” en 1987; en 1989, en Paris, Francia, el entonces presidente de la República Francesa, François Maurice Adrien Marie Mitterrand, inauguraba la famosa pirámide de cristal que da acceso al Museo de Louvre convirtiéndose en uno de los mayores símbolos del recinto y del mundo cultural en todo el planeta.
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