
Por: Luis Felipe Aguilar Palafox
El pasado 30 de noviembre llegó a su fin la participación de la selección mexicana en el Mundial de Qatar 2022.
Tras dar su mejor partido en la competencia y vencer por 2 goles a 1 a Arabia Saudita, México vio cortada una gran racha de haber calificado a los octavos de final que venía desde Francia 1998.
El equipo mexicano levantó muchas dudas incluso desde antes de la competición, teniendo una eliminatoria donde no fue la selección que mejor fútbol desplegó, perdiendo la Copa de Oro y con resultados adversos en amistosos.
A diferencia de otros Mundiales, el equipo mexicano llegó con un plantel donde no todos los jugadores eran tan conocidos, teniendo una mezcla de las famosas “vacas sagradas” que son los que en varios procesos han sido inamovibles como Guillermo Ochoa, Andrés Guardado, Héctor Moreno, Raúl Jiménez y Héctor Herrera; pero también con sangre nueva como Luis Chávez, Alexis Vega y Uriel Antuna.
Ciertamente se contaba con algunas figuras reconocidas como Hirving Lozano, Edson Álvarez y Jorge Sánchez; pero esta combinación nunca dejó satisfechos a aficionados y prensa.
Es cierto que el director técnico tiene toda la facultad de convocar a quien considere adecuado para llevar a cabo la propuesta que quiera plasmar en la cancha, pero no podemos dejar de pensar que siempre hubo preferidos en el proceso y que también las decisiones de directivos afectaron en la selección de jugadores.
El público se cansó de pedir a Javier Hernández, Carlos Vela, Santiago Jiménez, Diego Laínez, Carlos Acevedo e incluso hasta Alan Mozo; pero cada uno por diferentes razones que en la mayoría de las ocasiones no hacían sentido, fueron borrados ya sea durante el proceso a poco antes de la competición mundialista.
Ya no es necesario mencionar la convocatoria de Rogelio Funes Mori, es claro que el naturalizado no era mejor que cualquier otro jugador de los mencionados que no estuvieron en la lista, sin embargo, si lo llevas es porque crees que te va a resolver algo y tan sólo vio actividad por 5 minutos en el último partido.
México se quedó a poco de acceder a octavos de final, a sólo un gol, e incluso durante varios minutos estuvo eliminado por criterios de desempate como el Fair Play, teniendo 2 tarjetas amarillas más que Polonia.
Pero eso hubiera mantenido una venda en los ojos durante más tiempo, y esperemos que este fracaso provoque un cambio en nuestro fútbol.
Quizá los jugadores sean los menos culpables, ellos intentan cumplir lo que se les pide, pero dependen también de un buen planteamiento y estrategia; cosas que Gerardo Martino demostró que no fue capaz de tener los ideales.
Con la eliminación terminó la era del “Tata”, su contrato terminó y no lo veremos más como técnico de la selección, pero recordemos que lo directivos se quedarán.
Vendrá un cambio generacional en la selección, que fue una de las que mayor promedio de edad tuvo en el mundial, y debe de haber jugadores que sepan llevar el siguiente proceso.
La gran ventaja es que México será local en el siguiente Mundial, pero si no se aprende de los errores eso no servirá de nada.
Debemos de iniciar con la resaca que nos ha dejado este ciclo, sin participación en Juegos Olímpicos, eliminados del Mundial sub 20, sin aún poder participar en Copa América, y por si fuera poco México no tendrá partidos de eliminatorias al ser local.
¿Cómo preparar a una selección ante la falta de torneos de nivel? Esa respuesta la deberá de buscar el nuevo técnico, quien sea el elegido deberá de convencer a los directivos en relación a la necesidad de partidos de exigencia y dejar el negocio de los partidos moleros en Estados Unidos contra equipos medianos.
Y hay otro gran problema, las selecciones que van calificando a la siguiente ronda cuentan con una gran cantidad de jugadores en su plantel que militan en ligas extranjeras y en las mejores de ellas, o bien, cuentan con jugadores que militan en su liga, pero rodeados de los mejores extranjeros.
La Liga mexicana no permite el desarrollo de jugadores, y hoy ha sido superada incluso por la MLS, pero hay muchas cosas en las que se debe de trabajar durante los siguientes 4 años ya no para pensar en el famoso quinto partido, sino para tener una actuación decente.
- La liguilla es un espectáculo, pero provoca un conformismo durante el torneo regular ya que quien pase en último lugar tendrá las mismas posibilidades que quien calificó en primero.
- Hay 18 equipos en la primera división de México, y 2 terceras partes califican a la fase final, 12 de 18 equipos.
- No existe el descenso, pagando una cantidad de dinero el último lugar de porcentaje se mantiene en primera división.
- No existe una liga de ascenso, eso provoca que los equipos que no estén en primera división sean menos competitivos.
- La Liga MX suele repatriar jugadores que empiezan a trascender en ligas europeas, aunque sea de medio nivel a base de billetazos.
- La cantidad de extranjeros por equipo es muy alta, limitando así las actuaciones y debuts de jugadores mexicanos.
- Los extranjeros que vienen nuestro fútbol no son de calidad salvo algunas contadas excepciones, situación que es diferente en la MLS hoy en día con figuras mundiales que provocan competitividad entre sus propios jugadores.
- Debe de regresar la regla 20 11, cuando se debían de cumplir con ciertos minutos por jugadores menores a 20 años con 11 meses, México logró su primer Mundial Sub 17, pues se tomó la maravillosa decisión de retirarla.
- Buscar el regreso a Copa América, la única forma de mejorar es competir contra los mejores.
- Ir a Europa a jugar los amistosos.
En fin, hay mucho trabajo que hacer y no se si en 4 años alguien lo pueda hacer, o mejor dicho lo quiera hacer; pero por el bien de nuestro fútbol esperemos que así sea.
Twitter @aguilarpalafox
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