
30 DE AGOSTO DE 2022 | Regreso a clases: Avance, retroceso o ¿Todo sigue igual? |
POR: VÍCTOR MANUEL REYES FERRIZ
Afortunadamente las autoridades, no solo de nuestro país sino del mundo entero, han realizado los esfuerzos necesarios para que los niños y adolescentes regresen a las aulas que, recordemos, fueron suspendidas de manera adecuada durante las etapas más fuertes de la pandemia por COVID-19, y ahora podrán continuar con la educación presencial que es tan indispensable; empero, tuvieron que pasar dos ciclos escolares completos para que esto ocurriera, en algunos casos por desidia, otros por clima, por condiciones sanitarias o bien simplemente porque no se ponían de acuerdo entre padres de familia, autoridades, sindicatos o cualquier involucrado en el proceso de la enseñanza.
Solamente de manera enunciativa, recordemos que el cierre de las escuelas en casi todo el mundo se ubicó en la primer quincena del mes de marzo de 2020, para el caso de México fue a partir del día 20, con lo cual, interrumpió el curso normal del ciclo escolar 2019-2022 y lo que ocasionó fue que más de 33 millones de alumnos de tan solo educación básica en nuestro país, dejasen de asistir a los centros educativos por lo que su proceso de aprendizaje comenzaba a decaer. Para muchos de nosotros esta pandemia suponía un periodo de no más de seis meses en los que las escuelas estarían cerradas; sin embargo, las condiciones de seguridad e higiene no permitieron ese ansiado regreso a clases para el mes de agosto del mismo año y con ello, comenzaban a surgir diferentes interrogantes, que al día de hoy al menos para su servidor, no han obtenido una respuesta contundente.
En principio de cuentas lo que más resonaba en mi cabeza era (sigue siendo) la manera en que los centros educativos ya sean privados o públicos iban a recuperar el tiempo perdido para proporcionar los conocimientos a los alumnos, el cómo sería factible evaluar que tanto dejaron de aprender, qué tanto compromiso tuvimos los padres en cuanto a seguir fomentando el estudio en nuestros hijos, cuán lejos se encontrarán las evidencias de una deficiente educación en los niños, en fin, muchas preguntas que desafortunadamente no hemos podido responder y por supuesto que, para el caso de las autoridades tanto federales como internacionales (UNESCO), la principal urgencia fue que regresaran a clases, ya luego los resultados dirán que tan mal nos fue con la pandemia.
Tomando en consideración que en el ámbito internacional confluyen dos organismos para la protección de los derechos de los niños, identificamos que tanto la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se mantuvieron activamente buscando las mejores soluciones para evitar el rezago educativo y con los informes, análisis y estudios que emprendieron apoyaron a los gobiernos de los países para dotarlos de información verificada y que cada uno tomara el mejor camino posible para regresar a los alumnos a las aulas, de hecho, la UNESCO intervino de manera impresionante en América Latina donde encontró que se presentaba el mayor rezago, donde la suspensión de clases se prolongó por más tiempo y donde, por supuesto, las economías se encontraban más afectadas, y de acuerdo con el “Análisis del cierre de escuelas” realizado por la UNICEF, en el periodo de marzo 2020 a febrero 2021, 1 de cada 7 alumnos habían perdido ¾ partes de la educación presencial, circunstancia que nos ponía en la cara una preocupante situación académica que por supuesto que no podría dejarse pasar en cuanto a los efectos negativos.
Ubicándonos en nuestro México, durante el periodo pandémico más fuerte, se llevaron a cabo acciones coordinadas entre el ejecutivo federal y los gobiernos locales tanto para contener la propagación como para implementar mejoras en las instituciones educativas a fin de contar lo más pronto posible con ese regreso a clases presenciales; empero, de manera casi obligada los esfuerzos nos orientaron a las clases virtuales mediante la plataforma “Aprende en casa”, la cual, haciendo un verdadero examen de conciencia funcionó para maldita la cosa ya sea por la deficiente calidad en la comunicación, porque los contenidos se elaboraron con plataformas de terceros o porque en ningún momento alguien tuvo la delicadeza de revisar la programación y percatarse que quien “impartía las clases” usaba palabras como HAIGA, FUISTES ó DIJISTES, y si no pudieron ver esos terribles errores menos pusieron atención en los contenidos.
Ahora bien, por fin regresamos a clases presenciales el día de ayer, pero esta administración federal que ha estado marcada por la austeridad republicana no hizo ningún esfuerzo real por mejorar los centros educativos siendo que durante dos años no ejercieron presupuesto, para ver las cifras les recomiendo una colaboración anterior, y además se abren dos vertientes diferentes que quiero abordar.
En primer lugar quiero resaltar la enorme opacidad de las cifras, pero no es exclusiva de esta administración, en cuanto al número real de estudiantes que existen en el país, ni por nivel, modalidad o control y por supuesto tampoco la cantidad de profesores a quienes quincena tras quincena se les paga un sueldo, de tal suerte que tenemos que indagar en diversas fuentes y, a pesar de no ser su ámbito principal, al menos tiene mayor credibilidad que la SEP, por lo que con base en datos del INEGI, la matrícula escolar del ciclo anterior en nuestro país fue de 32’978,888 alumnos en todos los niveles y si contrastamos contra lo reportado por la UNICEF en el análisis que enuncié en párrafos anteriores, nos arroja una cifra impactante de tan solo 8’244,722 quienes recibieron clases presenciales durante esta pandemia; de tal suerte que en el mejor de los casos nuestras siguientes generaciones de profesionistas contarán con ¼ parte del conocimiento que de manera regular se recibe, algo sumamente preocupante; y por cuanto corresponde a los profesores, el sitio oficial de la SEP está perfectamente hecho para no encontrar la información porque cuando buscas cuántos son y cuánto ganan, cada enlace arroja el mismo tabulador corresponda, o no a lo que indica el título, pero lo mejor es que jamás te dice cuántas plazas están ocupadas.
Como segundo aspecto a resaltar es lo que las escuelas privadas hicieron y siguen haciendo para evitar afectar el progreso de sus alumnos. Sería bastante tonto de parte mía pensar que las inversiones y gastos que ejecutan simplemente es por ser buenos samaritanos, porque algo lógico es que al ser negocios deben obtener ganancias; empero, gran parte de las instituciones educativas incorporadas realizaron adecuaciones a los inmuebles, dotaron de mejores sistemas de ventilación, invirtieron en tecnología para continuar con los cursos en línea, obvio en plataformas que si funcionaron, adquirieron suministros de sanitización, en fin, todo lo que los obligaba la autoridad educativa que irónicamente ellos jamás llevaron a cabo, y probablemente el tema más controvertido pero que en realidad es tanto lo justo como lo necesario es que estas instituciones realizan un examen a conciencia de cada alumno para conocer si son aptos para pasar al siguiente año lectivo, situación que por parte del gobierno no es igual, es más, en Aguascalientes, el Director del Instituto de Educación que es la máxima autoridad en la materia y que está constituida como una dependencia paraestatal, declaró, según publica el diario El Financiero, que para la evaluación los profesores estaban buscando la manera en que menos número de alumnos reprobaran para privilegiar un ejercicio de recuperación del aprendizaje, así que lo que esperamos con toda certeza es que se harán de la vista gorda.
Quiero enfatizar que el regreso a clases presenciales no solamente lo veo como necesario sino como urgente por diversas razones como retomar la vida social de los niños, continuar con el aprendizaje que quedó pendiente, volver a familiarizarlos con el hábito de la lectura y estudio, pero existe un tema pendiente que considero bastante importante y es el entorno socioemocional de los alumnos, de todos los niveles, no creo que sea exclusivo para niños de educación básica. En este rubro resulta interesante que nuestra máxima autoridad a nivel nacional haya publicado una guía para enseñarle a los profesores el cómo actuar; empero, resulta que cuando investigamos, esta guía se realizó en el 2021 para empezar, no sufrió cambio alguno a pesar de que el regreso a clases del año pasado no fue igual a que ahora tenemos, en la parte en la que nos describe cada una de las herramientas necesarias para acompañar a los alumnos en este proceso, se queda en el papel porque en ningún momento les dice a los profesores el CÓMO, solo le basta en poner palabras redundantes y sin sentido para justificar que cumplieron con “informar”.
A todos quienes son padres de familia, les deseo de todo corazón que sus hijos retomen lo más pronto posible el ritmo escolar que tenían, que independientemente del grado al que se hayan inscrito, tengan las bases necesarias para seguir adquiriendo conocimientos y en caso en que noten que sus hijos sufren más de lo normal, tomen clases de regularización o cualquier otro método incluso considerar el repetir el año, pero por favor no permitamos que si la pandemia ya generó estragos en nuestros niños, por ese afán de verlos pronto graduados, permitamos una desgracia posterior al no haberles proporcionado las bases necesarias para desarrollar su raciocinio.
DATO CULTURAL.
Un día como hoy en 1883, fallecía en Mazatlán, México, María de los Ángeles Manuela Tranquilina Cirila Efrena Peralta Castera, mejor conocida simplemente como Ángela Peralta, quien fue cantante de ópera y compositora cuyo registro vocal era soprano y que a temprana edad conquistó los escenarios más importantes del mundo como el “Teatro allá Scala” de Milán al convertirse en la primera mexicana en presentarse. Siempre fue conocida como “El ruiseñor mexicano”; en 2001, en Frankfurt am Main, Alemania, el entonces presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, presenta al mundo la primera emisión de la nueva moneda denominada “EURO” que comenzará a circular a partir del 1 de enero de 2002, esta serie de 7 tipos de billetes y 8 monedas tenían en su anverso un tipo común y en el reverso era diferente para cada Estado, actualmente es usada en 19 de los 27 países que integran la Unión Europea; en 2011, en todo el mundo se comienza a celebrar el “Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas” gracias a la resolución A/RES/65/209 del 21 de diciembre de 2010 emitida por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
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